Políticas

2/6/2021

Estiman que la inflación llegaría al 22% en lo que va del año

Las consultoras privadas calculan la inflación de mayo en alrededor del 3,8%.

Concluido el mes de mayo, una serie de consultoras privadas han publicado sus estimaciones de la inflación para el mes vencido, promediando un 3,8% de aumentos y con un acumulado del 2021 que superaría el 22%. Aún no llegamos a mitad de año y la inflación ya se encuentra en ¾ de la proyección oficial del 29%.

Si bien el abanico de posibilidades tiene sus diferencias, con la estimación más alta en un 4,7% (Fiel) y la más baja en 3,2% (Ferreres & Asociados), la tendencia alcista aún no ha sido revertida y todos los analista prevén una disparada de los precios luego de las elecciones.

Desde el gobierno celebran prematuramente –aún no se conocen los datos oficiales- una disminución de la inflación, que podría bajar del 4,1% de abril; sin embargo, de sostenerse porcentajes por arriba del 3%, se estima que los precios habrán escalado un 50% cuando concluya el año.

Las causas

Entre los ítems que más subieron en mayo se encuentran Salud, Transporte, Indumentaria y Comunicaciones, todos por arriba del 4%, variando según consultora. En el primer supuesto debido a los aumentos de las prepagas. En el segundo por el impacto de los aumentos en los combustibles y en CABA el aumento de peajes, subte y taxis.

Para el rubro de alimentos y bebidas (cerca del 4%) se considera una leve disminución por las bajas en frutas y verduras. También cabe señalar que la ausencia de recursos económicos ante la pandemia ha disminuido parcialmente el consumo, lo que  ha disparado otros indicadores alarmantes como la malnutrición, pobreza, indigencia y hambre.

A pesar de que el dólar se encuentra cuasiplanchado, con un aumento del 1,2% del dólar oficial en mayo, y que la burocracia sindical ha respetado la pauta salarial del gobierno, con acuerdos que promedian el 30-35%, la inflación sigue ganando distancia, midiéndose en un 47% de aumento interanual.

No se trata de un dato menor ya que son las patronales las que imponen su política en medio de la pandemia. O como dijo el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, respecto al acuerdo de precios y salarios del gobierno, la burocracia y los capitalistas: “No se encontraron a muchos empresarios que estén en la misma sintonía”.

Pero incluso el gobierno oficia de avalista de esta política, con aumentos en Precios Cuidados y el desmantelamiento de Precios Máximos. Según la consultora ECO GO, que mide un 4,2% para mayo, los precios “regulados” habrían encabezado las subas con 5,4%, mientras el resto promediaría el 4%.

A todo esto debemos sumarle la liberación de las tarifas de electricidad, tanto por lo que se descarga directamente sobre los consumidores como lo que se va en subsidios a las patronales. Y para el mes de junio se prevé el impacto del aumento del gas.

Más dólares, menos gasto y más hambre

Otro dato que destacan las consultoras es que el gobierno habría reducido la emisión monetaria con la que se financiaron los recursos extraordinarios ($900.000 millones) para hacer frente a la pandemia en 2020. La reducción no fue gratuita ya que implicó el recorte de programas sociales, refuerzos económicos (IFE) e incluso partidas alimentarias.

Pero por otro lado, el gobierno contó con el ingreso excepcional de dólares por los altos precios de las materias primas, sumando US$2.600 millones a las reservas, que no han sido invertidos ni en vacunas, ni en reforzar el sistema sanitario, ni en resguardar a la población trabajadora contra la inflación, sino que se mantienen como garantía ante el capital financiero y los próximos vencimientos de deuda.

Desde el Banco Central siguen “retirando” pesos de circulación, ascendiendo a un billón de pesos desde enero hasta ahora, lo que implica un negocio fabuloso para los banqueros en Leliqs y con la venta de bonos.

El gobierno espera planchar la inflación con estos mecanismos: es decir, con hambre en las familias obreras, crecimiento de la desocupación y pobreza, desinversión y liberación “controlada” de tarifas. Pero todos los analistas coinciden que se trata de una “salida” provisoria de cara a no agravar las cosas frente a las próximas elecciones y las negociaciones con el FMI, y que la economía tendría que tener un sacudón cuando se terminen los agrodolares y el gobierno avance más profundamente con la liberación de tarifas y precios.

La única salida en términos obreros a esta crisis plantea la apertura de los libor y el control obrero de toda la cuaderna de alimentos y bienes de consumo masivo; la nacionalización del comercio exterior; el no pago de la deuda externa; paritaria libres por arriba de la inflación y salarios igual a la canasta familiar y un seguro económico  los desocupados y trabajadores afectados por la pandemia financiado con un verdadero impuesto a las grandes fortunas.

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