Políticas

30/6/2022

Editorial

Esto no se aguanta más

Reforcemos la campaña por el paro nacional y el plan de lucha.

Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

Se discute si el gobierno llega a octubre, pero de este año, no del próximo.

Cuando Cristina le golpea la mesa al Presidente –que ella puso- cada vez más seguido para voltear algún ministro o imponer alguna medida desesperada está dando cuenta que el gobierno se viene abajo y que inevitablemente la arrastra a ella. No pretende voltearlo, como sugiere la derecha, sino ponerle un respirador para llegar al año que viene porque lo peor sería que el presidente “sin lapicera” renuncie y tenga que asumir ella. Su pretensión es aparecer cada vez más como salida, pero en 2023, echando la culpa del fracaso del Frente de Todos a sus socios en la coalición.

Nadie quiere agarrar la brasa caliente y menos aún asumir los costos de deterioro actual, pero la crisis podría forzar a una recomposición de emergencia del gobierno y a una reconfiguración del gabinete en la que rodaría la cabeza de Guzmán y con Alberto Fernández en una función decorativa. Un cuadro de desmadre mayor podría incluso forzar un adelantamiento electoral o ambas hipótesis de manera sucesiva. Pero la cuestión de una caída de Guzmán es quién lo reemplaza, con qué medidas y con qué oxígeno político.

En tanto, lo más importante de todo es que por abajo cada vez se aguanta menos la situación.

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¿Qué está pasando?

“Ajustamos por cantidad y no por precio” dicen desde el Ministerio de Economía refiriéndose al cepo de importaciones para no aumentar el “precio” del dólar. “Buscamos evitar una devaluación brusca” dijo Pesce sobre el mismo tema. Los tambores devaluacionistas suenan a toda marcha después del agravamiento del cepo cambiario que sugirió Cristina cuando denunció el festival de importaciones. El ascenso meteórico de los dólares financieros y paralelos con la brecha llegando al 100% indican el pasaje del peso al dólar de gruesos activos financieros en manos de los capitalistas. Por lo pronto, en las últimas semanas se han dolarizado $245.000 millones en manos de fondos de inversión. Eso a pesar de que el Banco Central ha comprado montaña de bonos en pesos.

El Central ha logrado comprar divisas un par de días a costa de paralizar la importación lo cual tendrá el efecto de un planchazo recesivo con las consecuencias sobre la ocupación de los trabajadores. Lógicamente irán habilitando las importaciones pero con restricciones de autofinanciamiento de las empresas a 180 días cuando el riesgo país se ha ido a los niveles de default anterior al canje de deuda y por lo tanto el crédito es muy caro. Esto, devaluación y financiamiento externo corporativo caro, va directo a los precios. Algunas cámaras empresarias informaron a sus clientes que toman un dólar de $150 para calcular sus costos. Se viene otra ola de remarcaciones con sus consecuencias sobre el ingreso popular.

El mismo efecto recesivo que el cepo a las importaciones tendrá el aumento de las tasas de interés de la deuda en pesos que escaló al 60%, que es un 72% de tasa efectiva anual, pero en bonos de corto plazo dado que más allá de 2022 los especuladores no quieren suscribir bonos de deuda pública. Financiamiento externo tampoco hay, puesto que los bonos de la deuda en dólares del “exitoso canje” de Guzmán -que festejaron Cristina y Máximo- están a tiro de fondos buitre debido a su completo derrumbe.

Al mismo tiempo, el FMI le arrancó el compromiso al gobierno de bajar el déficit fiscal en el segundo semestre cortando de cuajo la obra pública del 2,2% al 1,8% del PBI (Ámbito, 29/6) mientras el movimiento piquetero reclama justamente un plan masivo de obra pública y viviendas populares para generar puestos genuinos de trabajo. El combo de ajuste se completaría con menos fondos a las provincias y un ajuste mayor contra los jubilados, lo que dispararía otra reforma (anti)previsional hacia el año que viene.

Los dólares de la Argentina sojera no alcanzan y el gobierno ni se anima a aumentar las retenciones. Jamás estuvo en debate en el kirchnerismo tomar el control soberano del comercio exterior para terminar con la furia importadora. Por ejemplo, el Sutna denuncia que ciertos depósitos patronales están repletos de caucho y así podríamos seguir con la sobrefacturación de importaciones y la subfacturación de exportaciones o el contrabando en los puertos privados. Lo mismo ocurre con la fuga permanente de capitales que ya supera los U$S 30.000 millones bajo el gobierno nacional y popular, pero sin que jamás se debata la nacionalización de la banca. El peronismo en su conjunto se hunde bajo el peso de sus límites insalvables, incluido especialmente el kirchnerismo.

Cristina, “estadista” por derecha

La reunión de varias horas de la vice con Melconian produjo chispazos en Juntos por el Cambio. Es un claro mensaje hacia “los mercados” para evitar un incendio próximo. En la reunión que duró cinco horas, se habría barajado hacer una devaluación más drástica a la que ya apeló -recordemos- la vice bajo su mandato con Fábrega como presidente del Central. Los mercados -léase el gran capital- condicionan el rumbo económico y político de la Argentina.

Pero no debería sorprender cuando antes se reunió dos veces con el embajador norteamericano para presentar su proyecto de repago al FMI; cuando por Kulfas promovió a Scioli, un incondicional del establishment; cuando atacó a los planes sociales sumándose a la campaña de Clarín, agrupando a los gobernadores deseosos de alimento a los punteros y mano de obra barata para los municipios. En la volada antipiquetera la “jefa” le arrancó a Zabaleta el compromiso del pasaje de 180 mil planes sociales a gobernadores e intendentes. Todo esto, recordemos, ocurre con el antiderechos Manzur como jefe de gabinete: “Juan”, para la carta de Cristina, quien vino a dar “volumen” al gabinete con un representante de la liga de gobernadores, es hoy otro muerto político junto al ministro de Economía.

La crisis política se metió en la CGT, empeñada en no mover un dedo cuando la inflación devora los salarios. Luego de idas y vueltas en el acto por el 48 aniversario de la muerte de Perón pegará el faltazo uno de los triunviros, Pablo Moyano. Estará el Evita, blanco de los ataques cristinistas. Unos y otros, los que van y los que no van están de espaldas a la explosiva situación del movimiento obrero, ocupado y desocupado.

Cristina “estadista”, eventual futura candidata, dueña del poder desde la calle Hipólito Yrigoyen, sede del Senado, busca evitar la caída del gobierno y proyectarse ella misma para el futuro, por derecha. Claramente con la agenda de la burguesía y el FMI, aunque en los modos nacionales y populares. Con esa orientación marcha a un acto en Ensenada para agrupar en la provincia de Buenos Aires, desde donde pretende retomar las riendas del peronismo más recalcitrante. Y si la cosa se desmadra demasiado, hacerlo con Unidad Ciudadana.

Reforcemos la campaña por el paro nacional y el plan de lucha

Las rutas de 23 provincias, con la sola excepción de Tierra del Fuego, fueron cortadas por los propietarios de camiones por falta de gasoil, porque a pesar de que su precio ya supera al de la nafta, hay desabastecimiento. Algunos puertos funcionaron al 25% como resultado de la medida. La privatización energética que el pejotakirchnerismo mantiene a rajatabla nos colocó en este lugar vulnerable frente a la crisis mundial que golpea con la escasez e inflación en energía. Pero la salida patronal a los reclamos patronales camioneros será mayores tarifas que irán a los fletes y por su intermedio a los precios.

La desorganización económica está acentuada por la crisis mundial capitalista frente a la cual ninguna solución a los trabajadores vendrá que no sea por parte de la lucha de los propios trabajadores y de una salida en sus propios términos.

Tenemos que apostar con todo a la lucha de la clase obrera y promover su intervención de conjunto en la crisis.

El Sutna se orienta a su octavo paro, en este caso de carácter activo para el lunes 4 de julio. Su victoria sería un aliciente a toda la lucha salarial que se extiende. A las grandes huelgas docentes autoconvocadas de La Rioja y San Juan y los paros de Conadu Histórica se han sumado varias marchas docentes en La Pampa, los cortes de estatales de Río Negro en los puentes de Neuquén y Cipolletti y los accesos a los aeropuertos de Bariloche y Viedma. Atech anunció un nuevo paro de 24 horas en Chubut. En Córdoba, en paralelo a la colosal movilización de la Unidad Piquetera el 16 de junio, movilizaron Luz y Fuerza y Municipales donde crece la bronca por abajo contra Schiaretti y su ajuste. En Santa Fe la ultraoficialista Amsafe se ha visto obligada a reclamar actualización salarial después de perder la seccional Rosario.

Mientras por arriba todo se descompone, por abajo crece la bronca.

La CGT sigue brillando por su ausencia. Los aprestos de movilización se van postergando porque temen al desborde frente a la potencia combativa y la capacidad del movimiento piquetero que con el Polo Obrero a la cabeza viene reclamando un plan de lucha del conjunto del movimiento obrero ocupado y desocupado.

Más que nunca, reforcemos la campaña por el paro nacional y el plan de lucha. Para que la crisis no la paguemos los trabajadores tenemos que intervenir nosotros mismos con todo. En ese camino, vamos con todo el 9 de julio contra el pacto con el FMI, por una salida de los trabajadores a la crisis.