Varios compañeros internados con heridas de bala (de goma y de las otras), dos en terapia intensiva, decenas de contusos, fue el saldo de la represión desatada contra trabajadores del Banco de Santa Fe movilizados contra su privatización. Mientras en la calle, los casi 700 manifestantes eran apaleados a mansalva, los senadores del PJ (Obeid-Reutemann) votaron el proyecto que ahora pasa a Diputados. La Bancaria dispuso un paro de repudio para el viernes 8, que fue cumplido masivamente pero sin que las ‘centrales’ sindicales —CGT, CTA— propusieran algo más que palabras.

Como en cada una de las provincias, también en Santa Fe el banco fue vaciado por los grandes capitalistas provinciales, que tomaron préstamos por cientos de millones que jamás devolvieron. El desfalco y el uso actual de los fondos del Banco fue descripto cínicamente por el miembro informante del PJ en el Senado: “500 o 600 vivos tomaron los créditos y no los devolvieron… (ahora) el Banco tiene 300 deudores con el 56 % de los créditos, entonces, ¿qué me vienen a hablar de fomento a las pymes?» (La Capital, 8/3). A raíz del vaciamiento, la provincia transfiere anualmente al Banco de Santa Fe 70 millones de pesos y hay 250 millones que el Estado no puede tocar para no provocar su quiebra, es decir que financia con fondos destinados a la provincia las obligaciones de los grandes capitalistas y la banca internacional con el banco provincial.

La salida del gobierno para ‘sanear’ el Banco no es el cobro compulsivo de los créditos ‘mal dados’, sino su entrega a quienes lo vaciaron.

El proyecto no fue votado por la UCR y el PDP. Esta ‘oposición’, incluye al Frepaso, que se ha hecho duhaldista. Pone como ejemplo al Banco Provincia de Buenos Aires ‘estatal’, y los afiches de la propia Asociación Bancaria reivindican a Frigeri (del banco bonaerense) contra Garnero, el cavallista ministro de Economía de Obeid. Desde ya que ambos proyectos plantean el despido y la flexibilización laboral para los trabajadores bancarios.