Estudiantazo… y algo más

La Presidenta salió a hacer demagogia con los estudiantes secundarios.

Después de todo –habrá pensado– se trata de un “conflicto local”. Y contra el gobierno derechista de Macri.

Pero mientras Cristina hablaba, cuatro facultades de la UBA eran tomadas por sus alumnos. Contra el derrumbe edilicio, contra los planes privatizadores.

Ya no se trataba de Macri, sino de la política y del Ministerio de Educación kirchneristas.

Es toda la educación pública, dependa de Macri o de los Kirchner, la que se encuentra en ruinas.

Pero el fermento popular no se ha detenido en el estudiantazo.

Lo prueba la bronca de los docentes de varios distritos, comenzando por Buenos Aires y la Capital.

Lo prueba la lucha de Paraná Metal, que lleva una semana cortando la autopista a Rosario. En el banquillo, están el gobierno kirchnerista y su empresario vaciador, Cristóbal López.

Contra otra patronal oficialista, la de SanCor, sus obreros resisten los despidos.

La juventud del supermercado Disco paró once sucursales contra el atropello patronal.

Con su sonrisa a los secundarios, la Presidenta ha querido disimular sus guiños a los monopolios mineros, petroleros o alimenticios.

Pero el pueblo de Andalgalá, en Catamarca, volvió a las calles contra el proyecto minero depredador de Agua Rica.

Y en Mosconi, Salta, los desocupados regresaron a las rutas, desafiando a la represión oficial.

En la bonaerense Azul, una marcha de todo el pueblo apoyó a los obreros de la carne contra los despidos y suspensiones masivas.

Los capitalistas que reclaman “orden” dicen temerle a los Moyano. Los Macri, Carrió o Solá les hacen de coro.

Pero los Moyano, al igual que los Yasky o Barrionuevo, han sido los artífices del cepo a los salarios.

A lo que temen, en serio, es a la inquietud popular.

Le temen a la reacción contra la confiscación del salario, o contra el despojo de los presupuestos de educación y salud para pagar la deuda.

No, no es sólo un estudiantazo.

La juventud anticipa los giros de fondo.

Empeñémonos por la victoria de los secundarios, de Paraná Metal, del 82% móvil y de todas las luchas.