A pesar de todos los intentos del Estado para que Romina no pudiera preparar en condiciones psíquicas saludables su último examen de la escuela secundaria, Romina aprobó la materia con siete y tiene ya abierto el camino para empezar a rendir las materias de la carrera de Derecho de la UNT.

No sólo se inventó una causa penal por lesiones leves en su contra, que la tuvo en Tribunales el viernes 24 de abril, designando abogado defensor, y la tendrá el lunes 4 de mayo a las 10 y 30 horas indagándola, sino que en los medios de prensa escrita del domingo 26, dos artículos se hacían eco de denuncias formuladas por internas del servicio penitenciario que la atacaban tildándola de “monstruo”, atacaba a quienes la visitaron el 20 de abril (legisladoras nacionales, provinciales, integrantes de movimientos sociales y políticos), y formularon expresiones que sólo buscaban sacar a Romina de su eje en tales días: estudiar y aprobar el examen de Física.

Romina tuvo claro el objetivo de dichas notas y la causa penal en su contra (absurda, ya que en los expedientes N° 100/09 y 106/09 del Juzgado de Instrucción N° 3, donde tramitaron dos habeas corpus a favor de Romina -uno interpuesto por Mirta Tejerina y otro por la Casa de la Mujer María Conti de San Pedro- el director del Penal, Núñez, coincide con Romina respecto de los hechos denunciados al manifestar que dos internas se abalanzaron contra ella y otra joven en la cocina). Incluso una de las notas que atacaba a Romina fue avalada por declaraciones del director del Penal N° 3, Núñez, quien en vez de poner paños fríos a la situación interna del penal, en el que no tienen garantías ni Romina ni ninguna interna, claramente alienta las contradicciones, instrumentando a internas a fin de doblegar a Romina; tal es así que da en dicha nota a un medio de prensa masivo supuestos detalles respecto de la vida de Romina en la cárcel justificando los ataques contra ella, pero omite dar luz allí sobre lo que ocurrió realmente, y que él sí relató con detalle, y coincidiendo con Romina, en el expediente 106/09 y a representantes de la delegación Jujuy del Inadi.

Tan claro tuvo Romina el objetivo del gobierno, la Justicia y el Estado, que su triunfo en esta batalla pasaba por aprobar el examen a pesar de todo. A pesar de que incluso en forma abrupta se decidió adelantarle la fecha del examen. Pero Romina pudo.- Y ganó. Y hoy, en su encierro de rejas y hacinamiento -el que fue denunciado no sólo por Romina y otras internas sino por el propio juez Luis Ernesto Kamada, de la Sala II de la Cámara en lo Penal (Jujuy al Día, 21/4), Romina abrió una puerta que la lleva a formarse en la profesión que anhela: abogacía.

Romina aprobó y ganó más que terminar el secundario: derrotó en esta batalla al Estado, que se ha ensañado con ella desde hace más de seis años.

Mientras ella abre caminos en la propia cárcel, otros, como Ariel Orlando Lorenzo, violador condenado a 17 años de prisión en el año 2000, detenido en octubre de 1999, está en libertad condicional desde diciembre de 2005. Es decir, apenas estuvo preso poco más de cinco años. Romina fue condenada a menos años: catorce. Sin embargo, está cumpliendo más años de cárcel que Lorenzo. Y el infanticidio no es un hecho en el que se reincida; en la violación sí, una y otra vez.

Hoy, el pueblo de El Talar, Jujuy, lucha para que Lorenzo vuelva a la cárcel. Porque su hijo pre adolescente también abusó de otro niño de cuatro años y porque Lorenzo tuvo como respuesta amenazar a la madre de este niño, diciendo que se desquitaría con ella o sus hijas. Es decir: amenazó con volver a violar. Lorenzo está en libertad, Romina presa. Lorenzo va a volver a violar. Romina quiere tener otra oportunidad en la vida, siendo abogada y ayudando a otras mujeres violentadas.

Mientras un violador anda libre, atemorizando a un pueblo, enseñando la misma violencia a sus hijos, Romina gana alguna de sus batallas en una guerra desigual, en la que el Estado con resabios feudales la sigue castigando por haber revelado con su historia pública la opresión y violencia que sufren las mujeres en esta sociedad por el simple hecho de ser mujeres.

Mirta Tejerina