Políticas

26/3/2009|1076

EXCLUSIVO DE INTERNET | Obra Social de la Ciudad: Otro pacto de Macri con Kirchner

La Legislatura porteña acaba de ratificar la desregulación de la obra social de los empleados de la Ciudad (Obsba).

La “libre opción” votada por los legisladores suma a Sutecba a la desregulación de las obras sociales, iniciada por el menemismo en 1997. A través de este mecanismo, el negocio de las prepagas engrosó con contratos de concesión y gerenciamiento con los sindicatos, que traspasaron sus afiliados a los pulpos pivados. En el caso de Obsba, el botín está a la vista: casi 200.000 cápitas, entre trabajadores activos y jubilados.

La Legislatura, sin embargo, votó una “libre opción acotada” o, en todo caso, “orientada”. Sólo podrán recibir afiliados municipales aquellas obras que firmen convenios con Sutecba. Entre ellas, estarán “las obras sociales de docentes (Osplad), de los médicos municipales y de Unión Personal, adonde se volcaría el personal jerárquico de la ciudad” (Página/12, 13/3). Es decir que ésta última, gerenciada por la burocracia de UPCN, recibiría a la “crema” del negocio; o sea, los afiliados con cápitas más elevadas. Los convenios, de todos modos, “también incluirían a obras sociales que tercerizan servicios con prepagas” (ídem). Se abre un jugoso negocio de traspasos y tercerizaciones, con comisiones para más de una burocracia intermediaria. La Obsba, en este cuadro, permanecería como obra social “residual”, atendiendo a los jubilados con menores cápitas y con mayores requerimientos de atención médica.

Sutecba y el kirchnerismo

Al sancionar la “libre opción”, la Legislatura dio por terminada la intervención en Obsba. Luego de numerosas denuncias de irregularidades, y con una caja no saneada (continúa con un “rojo” de 40 millones), la Obsba volvió a manos de la burocracia de Sutecba, que contará con la mayoría del directorio y con su presidencia. Hace un año, cuando se produjo la intervención, el burócrata Datarmini se apartó sin resistencias de la presidencia de Obsba y desistió de cualquier acción judicial contra el gobierno. El pacto estaba a la vista: la burocracia apoyaría la desregulación y, a cambio de ello, el macrismo miraría para otro lado en los numerosos desfalcos cometidos.

Ahora, el toma y daca continúa: el Sutecba piloteará el millonario proceso de los traspasos, cobrando suculentas comisiones. Ello, en momentos en que miles de trabajadores contratados o precarizados de la Ciudad temen ir a la calle, como consecuencia de los “ajustes” de Macri. Entre ellos, más de 500 trabajadores del Colón. El pacto del gobierno PRO con Datarmini-Genta augura la mayor pasividad de los burócratas en las luchas que se vienen.

La “libre opción” salió gracias al voto de la bancada kirchnerista en todas sus variantes. El kirchnerismo “condicionó” su voto a la inclusión de una cláusula que obliga a los prestadores “a recibir a los trabajadores cualquiera sea su nivel salarial, brindando las mismas prestaciones que otorgan a sus afiliados de origen”. Los “k” presentan esta cláusula como “un límite a la participación de las prepagas”, lo que no es cierto: las prepagas ya tienen su propia discriminación de servicios, de acuerdo al “nivel salarial” de los afiliados. Así ocurre con Unión Personal y su prepaga, que cuenta con tres planes diferentes.

La Coalición Cívica de Carrió, que en su momento pavimentó la intervención de Obsba con su voto favorable, rechazó la ley actual “porque mantiene a Sutecba en el directorio” de la obra social. Es decir que apoya el desguace de la obra social a favor de las prepagas, sin la intermediación de Genta y Datarmini. En el mismo sentido, los diputados de Ibarra, o los que responden a Macaluse y Lozano, votaron en contra pero defendiendo el principio privatista de la libre opción.

El apoyo kirchnerista al desguace de Obsba deja en ridículo a las bravuconadas del “frente antimacrista” que, a fines del año pasado, merodeó la Jefatura de Gobierno con algunas movilizaciones, para luego llamarse a silencio. En la Ciudad, el kirchnerismo suma a la “gobernabilidad” de Macri, que quiere sortear la crisis capitalista a costa de congelamiento salarial, despidos y negociados a favor de los privatizadores.

Debatamos el significado de este pacto contra la salud. Por la refundación de Obsba, en base a la investigación de los desfalcos a cargo de trabajadores electos. Por un sistema único de salud que reúna a hopistales y obras sociales, bajo gestión de los trabajadores.

Marcelo Ramal