Políticas

20/8/2009|1096

EXCLUSIVO DE INTERNET | Radiografía de un Estado criminal

El asesinato de Andrés Maldonado

El asesinato de Juan Andrés Maldonado, un joven obrero de 24 años ultimado de un disparo al corazón en los alrededores del boliche Alcatraz, en Berisso, puso de manifiesto el entramado mafioso, delictivo y de corrupción política del gobierno municipal, la policía, la provincia y los negocios de las barras bravas del fútbol.

Juan fue asesinado a las 6 de la mañana del 9 de agosto. Estaba con su novia, a la que acompañaba a tomar el micro en la garita ubicada justo frente a Alcatraz. La bala homicida fue escupida a pocos metros por el arma de un patovica. que junto a otros salió a tiros para dispersar a unos jóvenes que habían estado en un recital dentro del boliche.

Entre los asesinos de Juan se encuentra Fabián Gianotta, un ex policía exonerado y actual jefe de la barra brava de Estudiantes de La Plata. Junto a Gianotta, dueño de Alcatraz, están Ariel “el Gordo Pilín” Evrett, y Carlos Felipe Garaña Morales, quien sería el autor del disparo que mató a Juan. Ambos fueron reclutados por Gianotta en la hinchada de Estudiantes; el otro implicado, Gastón Haramboure, socio de Gianotta en Alcatraz, es jefe de la hinchada de Lanús. Más de 70 testigos aseguran que Gianotta salió con un bolso del boliche y distribuyó las armas a sus matones.

Gianotta se hizo dueño de Alcatraz al recibir la parte societaria que pertenecía al actual secretario de Juventud del municipio, Juan Nazar, un “joven empresario de la noche”. Alcatraz funcionaba sólo con una inspección de seguridad de las instalaciones, emitida por los bomberos. Esto es: no tenía habilitacion.

Las denuncias por golpizas y maltratos en Alcatraz y otros boliches se acumulan en la comisaría 1a de Berisso. La noche anterior a la muerte de Juan, otro joven, de 16 años, fue sacado de ahí a punta de pistola. Un testigo denunció el hecho. Cuando llegó la policía, el oficial Cuenca, jefe de calle, dijo: “Acá no pasó nada”, y se llevó a los efectivos. Cuenca fue desplazado de la comisaría después del crimen de Juan, pero los familiares denunciaron que al otro día se desplazaba en auto por La Plata, juntando dinero en agencias de juego clandestinas.

Eduardo Molina