Políticas

1/8/1995|458

Existe una salida a la desocupación

Después del remate de las empresas públicas, de la implantación de la jubilación privada y la “flexibilidad laboral”, el gobierno auguró una etapa de más trabajo y mejores salarios. Hoy tenemos, como resultado, 2.700.000 desocupados y 1.300.000 “subocupados”. Es decir, un cataclismo social y político que pone de manifiesto el derrumbe del llamado “plan Cavallo”. Pero ante este estado de cosas, las “recetas“ del gobierno y las patronales sólo conducen a un punto: menores salarios y despidos en masa, es decir, la perspectiva de una mayor desocupación.


Ninguno de los capitalistas que se llenaron los bolsillos con la explotación obrera de todos estos años está dispuesto a dar trabajo acudiendo a las ganancias ya realizadas. En nuestra zona, tenemos un claro ejemplo de ello con la empresa Aurora Siam: luego de haber batido récords de ventas de electrodomésticos y de haber integrado a dieciséis firmas bajo su control, el grupo Taraciuk (ahora asociado con la Grundig de Alemania) pretende despedir a un centenar de trabajadores en su planta de Avellaneda.  Así, se sumarían a la legión de desocupados trabajadores metalúrgicos altamente calificados. Un contingente que, en nuestra zona, sumó, días atrás, a los trabajadores de la empresa Cristalux.


El Partido Obrero denuncia el ataque que se prepara en Aurora Siam, y convoca a los trabajadores de la zona a una acción colectiva para parar la desocupación. Por la reducción de la jornada de trabajo sin afectar el salario, y la creación de un cuarto turno de trabajo. Por una ley que impida las suspensiones y despidos. Por un seguro al parado equivalente al salario y tickets canasta entregados por las municipalidades a los desocupados. Por un plan de obras públicas financiadas con impuestos a las grandes fortunas  y el no pago de la deuda externa. Tras estas reivindicaciones, reclamemos la convocatoria a asambleas generales y plenarios de delegados a nuestras organizaciones sindicales, y el llamado a la huelga general.