Políticas

9/8/2021

Experimentos en niñes wichí: el muffin hecho a base de soja y agrotóxicos

El gobierno de Salta prueba un Bloque Nutricional en chiques con distinto grado de desnutrición.

Durante la semana pasada, el gobierno de Salta anunció con bombos y platillos el “éxito” de la prueba de aceptabilidad en la comunidad wichí del norte del alimento llamado Bloque Nutricional creado para combatir la desnutrición. Resulta que por “prueba” se refieren a un experimento, no aprobado, realizado con 30 niños wichís con distintos grados de desnutrición, y por “Bloque Nutricional” se refieren a un muffin hecho a base de soja transgénica enriquecida y harina de trigo.

Al mismo tiempo que el gobierno de Salta celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas nosotros tenemos que relatar un experimento sobre niñes de nuestras comunidades ancestrales como ratas de laboratorio. Tal evento debe ser repudiado en todo el país y bajo ningún término puede repetirse.

El “estudio de prueba” no fue consultado a ninguna organización de la salud ligada a ese sector de la población, ni la Sociedad Argentina de Pediatría ni al Colegio de Nutricionistas de Salta, ni mucho menos a organizaciones de la comunidad wichí, sino que es el resultado de un negociado entre el Ministerio de Agroindustria, la industria sojera y los ingenieros en alimentos Federico Petraglia y Sergio Ferrari, motorizado por Antonio de los Río, exsecretario de Servicios de Salud del gobernador Gustavo Sáenz e integrante de la Mesa Interministerial de Emergencia Sanitaria del norte provincial. Se trata de experimentos en niñes pobres para salvar el negocio de la soja y los pesticidas.

El cinismo es parte de la receta

El bloque nutricional es un muffin a base de soja con agrotóxicos para tratar la desnutrición de los niños wichí causada por la apropiación y destrucción de las tierras de sus comunidades para la siembra de soja. El estudio realizado, que busca darle sustento a este cínico proyecto, reveló una mejoría en el peso de los 30 niños sometidos. Es decir, les dieron diariamente un bodoque de soja y harina a niños que suelen no comer durante días y festejaron porque engordaron. No hay que rasgarse las vestiduras para comprender que el hambre y la desnutrición no se soluciona con engordar a los niños pobres con ultraprocesados.

El suplemento está mal desde todos los aspectos: el poco valor nutricional que contiene es artificial-enriquecido, es a base de soja que hace años los profesionales señalan que se debe prohibir su consumo a los niños porque ese cultivo tiene disruptores endócrinos que actúan como falsas hormonas y producen alteraciones en el metabolismo de los jóvenes, y además de todo esto, es soja transgénica que se preserva con el uso de agrotóxicos como el glifosato, que perdura hasta el momento de consumo y tiene graves consecuencias como problemas cognitivos, malformaciones, y otras por demás comprobadas por científicos y médicos.

El objetivo de esa “Prueba Piloto” es aprobar la producción a gran escala del muffin y distribuirlo en comedores y escuelas de todo el país de la mano de la empresa Monte Lirio. Pero ya son más de 85 organizaciones que le exigen a las autoridades provinciales y nacionales que retiren la entrega, entre ellas organizaciones sociales y de profesionales de la salud, realizaron un documento en donde denuncian que se trata de un micro envenenamiento continuo que prioriza el agronegocio frente a la salud de la población.

Debemos denunciar y detener este plan a gran escala de engordar a nuestros niños como ganado que solamente tiene el objetivo de enriquecer a las plantas sojeras que destruyen nuestras tierras. En un contexto con el 45% de la población bajo la línea de la pobreza, niveles exorbitantes de desocupación y trabajo precarizado, sabemos muy bien que el hambre no se combate con una bomba química a base de soja y harina, queremos trabajo genuino, un sueldo equivalente a la canasta básica y alimentos de calidad en los comedores y las escuelas.