Explota la clase obrera
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El anuncio, por parte de la General Motors, de 12.000 despidos en sus plantas en Europa, ha provocado un levantamiento obrero.
En Bochum, Alemania, se ha declarado una huelga total al margen de la burocracia del sindicato de los metalúrgicos.
Se han producido movimientos de solidaridad de los obreros de GM en España, Polonia y Bélgica.
La tentativa capitalista de descargar su crisis con despidos, reducciones de salarios y alargamiento de la jomada laboral, se encuentra en colapso.
En el 2002 los obreros italianos de la planta de Melf¡, de Fiat, provocaron el retroceso de la patronal con una reacción similar.
Fiat no se ha recuperado de aquel golpe.
El derrumbe de GM, dicen los informes, es estructural -la crisis de sobreproducción barre con las ganancias capitalistas.
En Estados Unidos, solamente dan beneficios las ramas de financiamiento de GM y de Ford.
El acuerdo de rescate de la Fiat, por parte de GM, firmado en el 2000, es papel mojado
Volkswagen también enfrenta un conflicto con sus obreros, en Alemania, por las mismas razones de GM.
Pretende desplazar su producción a Sudáfrica, cuando en este país también arrecian las huelgas en las automotrices.
En julio pasado, la Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional advirtió la inminencia de la crisis de Europa.
Una crisis determinada por el empantamiento en la guerra, por el empantanamiento económico y reavivada por la rebelión obrera.
Las tentativas de ‘unión europea’, a costa de los trabajadores, se enfrentan a una impasse.
La tendencia de conjunto es muy clara.
En Europa también, donde el ¡zquierdismo gobierna en numerosos países, y se apresta a hacerlo en otros, la alternativa popular sólo puede ser obrera y socialista.