En su polémica con Beatriz Sarlo, Horacio Verbitsky afirma, en referencia a los sucesos del Puente Pueyrredón (definidos por Sarlo como “un episodio oscuro de la policía” en el marco de un “gobierno moderado”), que “el gobierno de Duhalde preparó cuidadosamente esa emboscada, con el propósito de dar un escarmiento a las fuerzas sociales movilizadas en aquellos días, con informes falsos y tremendistas elaborados desde la Side por su ministro Carlos Soria y presentados a la Justicia por su ministro Jorge Vanossi” (Página/12, 29/5).

Notable. Lo contrario de lo que afirma José Pablo Feinmann en su libro “El Flaco”, cuando acusa a la “izquierda prerrevolucionaria que hace (de más), dos, tres, cuatro, hasta la muerte” refiriéndose a su “objetivo infantil” de “voltear a Duhalde movilizando diez mil piqueteros más”. Notable también el enorme paralelismo con la acción de escarmiento a los tercerizados por parte de la patota de Pedraza, que en opinión del propio Verbitsky inhabilitaban a Tomada como candidato. Hasta que una decisión “pragmática” (según Verbitsky) de la Presidenta lo ungió como vice de la capital. Más notable todavía es que Carlos Soria es el candidato del Frente Para la Victoria de Río Negro, lista en la que están integrados todos, absolutamente todos los K -incluidos La Cámpora y el Movimiento Evita. Por afuera de Soria solamente va el radical K Saiz, que difícilmente sea el candidato del periodista allegado a la Presidenta. Es decir que “su” candidato sería uno de los que preparó “cuidadosamente” el operativo represivo donde asesinaron a Kosteki y Santillán.

Notable, porque no menciona al jefe de Gabinete, Aníbal Férnandez, quien preparó lo de Puente Pueyrredón con el espionaje a la Asamblea piquetera que tuvo lugar el fin de semana previo a los asesinatos. Notable, finalmente, porque Verbitsky no menciona a los francotiradores que operaron ese día, cuando hirieron a varios compañeros del PO, lo cual revela una operación planificada por actuales ministros K.

Se trata de embusteros, que escriben para justificar el apoyo a un gobierno capitalista plagado de derechistas, privatizadores y represores.