Ferrocarriles: más vaciamiento

El gobierno decidió recuperar las concesiones ferroviarias, luego de permitir que fueran fundidas y vaciadas.


Como ocurre con el Correo, Aguas Argentinas, Aerolíneas o la propia YPF, los vaciadores saldrán intactos.


La estatización K equivale a un indulto.


Pero ¿realmente se van los vaciadores? No.


En las sociedades estatales que se hacen cargo del Belgrano y del Tren de la Costa, siguen en sus directorios los máximos burócratas de la Unión Ferroviaria y La Fraternidad.


Quienes organizaron el crimen de Mariano Ferreyra, en defensa de sus propios negocios, seguirán chupando la sangre del sistema ferroviario.


Sus abogados y personeros -los amigos de Jaime y Cirigliano- permanecen en el Belgrano Cargas o en el Tren de la Costa.


Mientras tanto, las grandes líneas de pasajeros siguen en manos de otros vaciadores, los Roggio y Romero.


Los concesionarios se han replegado a los talleres de reparación y mantenimiento, y serán beneficiarios de nuevas y costosas tercerizaciones.


A la estatización trucha de un gobierno fracasado, le oponemos la gestión obrera de los ferrocarriles y su nacionalización integral, la expulsión de los herederos de Jaime y de Pedraza, y la incautación de los patrimonios de los empresarios vaciadores.