Políticas

15/11/2012|1248

“Finalmente, ¿cuántos pacientes quedan en el Borda?”

Exclusivo de internet

Tribuna de Salud

Esta fue la expresión exultante de un funcionario del gobierno PRO luego de lograr la aprobación de la venta del Edificio del Plata, paso determinante para financiar la construcción del Centro Cívico en los terrenos del Borda y para avanzar en su vaciamiento final. El gobierno de la Ciudad no habría obtenido esta victoria sin el voto del bloque K, ordenado desde la mismísima Casa Rosada y monitoreado por Kicillof y por Bossio en el propio recinto.


El "premio" de este maridaje es un gigantesco negocio inmobiliario, lo que delata la base social que motiva a cada uno de estos agrupamientos. Según el diario La Nación (9/11) este pacto se viene anudando desde hace más de un mes. Advertimos lo que iba a pasar desde Tribuna de Salud hace seis meses, a pesar del cacareo en defensa del Borda de los legisladores K, de sus aliados y de la burocracia sindical kirchnerista en ATE.


El mazazo actual sigue al proceso activo de desguace y de tercerización de diversos servicios y tareas del hospital. El servicio de clínica médica ha sido progresivamente vaciado hasta casi desaparecer. Los pabellones de internados contienen la mitad de las camas que hace un año. Situación similar sufre el Frente de Artistas, donde funciona la radio Colifata, el Pan del Borda y los Talleres Protegidos -ubicados todos en el lugar donde se planea levantar el Centro Cívico-, y donde ya el gobierno de la Ciudad ha dictado el desalojo e intentó hacerlo efectivo en dos oportunidades, vía Policía Metropolitana.


En ambos casos fue impedido por la ocupación de los trabajadores, de pacientes y de sectores de la comunidad. Se trata de un proceso de años, cubierto por el manto de la Ley de Salud Mental. Por medio del discurso progresista de la "desmanicomialización" deja correr el cierre de las instituciones mentales y el traslado de pacientes a las llamadas "casas de medio camino", que son, en realidad, clínicas privadas para aquellos que tienen obra social -como ya ha sucedido con los pacientes de Pami-.


Así se ha expulsado a numerosos pacientes, sin que siquiera se conozca el paradero de algunos de ellos. El proceso de resistencia lleva ya casi cinco meses, si se toma como punto de partida la histórica asamblea, donde 400 trabajadores de base se pronunciaron por el "no al centro cívico", derrotando a la burocracia sindical y a la dirección del hospital que, mediante un acta firmada, acataron la política de "intercambiar" el inicio de las obras de infraestructura necesarias a cambio de ceder hectáreas para la construcción del Centro Cívico.


Proponemos una enérgica campaña por una asamblea general que repudie el pacto y que resuelva un paro con movilización en defensa del Borda y por su reconstrucción integral, convocando al resto de hospitales y centros de salud.


Para: expulsar al actual interventor privatista y votar un comité de emergencia contra el desguace y con pleno acceso a las cuentas del hospital; lograr el inmediato reingreso de pacientes externados del hospital a centros y la restitución de camas correspondientes, así como la reapertura de los servicios vaciados, cerrados y compaginados unos juntos a otros; impedir la expropiación ilegal de los terrenos del Borda para construir el "Centro Cívico"; desterrar la tercerización laboral y arrancar el ingreso a planta permanente de aquellos que trabajan en el hospital.