Políticas

18/9/1997|557

Floreal Gorini, candidato de las AFJP

Con una prolífera y costosa campaña de afiches y solicitadas, el Partido Comunista persigue la ‘reelección’ de Floreal Gorini. Gorini fue electo en 1993 como primer diputado nacional suplente en las listas del Frente Grande que encabezaba Graciela Fernández Meijide. Dos años más tarde, el PC se‘abstenía’ en los comicios para senador porteño, lo que, ¡oh!, facilitaba la elección de la ‘señora’, y de paso … le dejaba el asiento al ‘comunista’.


Así fue como la entrada de Gorini en la cámara se hizo en el mayor sigilo.


Pero las ‘personalidades’ que han publicado una solicitada promoviendo a Gorini reivindican su “acción legislativa”, porque “presentó proyectos que constituyen un verdadero programa de soluciones a la emergencia” y porque, además, “hacen falta en el Parlamento —dicen— hombres comprometidos” para “una alternativa que confronte con el modelo y el sistema”.


Se trata de una impostura. Es cierto que Gorini promovió un proyecto de ley “por aumento de las jubilaciones con un mínimo de 450 pesos”, pero se omite que su proyecto no se opone al sistema jubilatorio privado ni plantea la recuperación del 82% móvil. Gorini actuó y actúa en este punto no como el representante de los trabajadores, sino de los banqueros del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC), metidos en el negocio de las AFJP. Gorini es un asiduo concurrente a las ‘asambleas’ de las instituciones financieras afiliadas del IMFC (accionistas de la AFJP Previsol), como lo refleja su publicación quincenal, Acción, donde suele escribir periódicamente una columna.


Precisamente, en una nota reciente, Gorini justifica su negativa a la lucha por el 82% móvil porque esa ley “viene de muchos años atrás y no se cumplió nunca” (primera quincena de agosto). Es decir que el proyecto de Gorini no ‘olvida’ el 82% sino que lo ataca. No casualmente, el “acuerdo programático” de IU, editado en Propuesta del 4/9, reproduce puntillosamente en su punto Nº 1 el mismo planteo de Gorini, es decir, que no plantea la confiscación de las AFJP, la jubilación estatal bajo control obrero y el 82% móvil.


Para los lectores de Prensa Obrera, esto no puede sorprender ya que la Coordinadora de Jubilados que orienta el Partido Comunista se incorporó en su momento al directorio del PAMI menemista. El PC nunca hizo nada contra la privatización de las jubilaciones.


En otro plano, el “acuerdo programático” de IU tiene el mismo carácter impostor. El punto 6 dice, por ejemplo, “contra toda burocracia sindical”, ¡cuando van años que el PC va a la rastra de la burocracia de la CTA, que hoy actúa como ‘pata sindical’ de la Triple Alianza!


IU no dice una palabra sobre la cuestión de la injerencia de la Iglesia en la vida nacional, en el mismo momento que “se crea en la ciudad de Buenos Aires un cargo de capellán que será solventado” por el erario público (12/9). Nos enteramos de ello por un comentario periodístico de un historiador enLa Nación (12/9) y no por un diputado de izquierda de la capital, como debiera ser. La conclusión es muy sencilla: Gorini no es un representante de la izquierda.


Al stalinismo vernáculo que sigue venerando a Codovilla lo traiciona su ‘inconciente’. Ante la pregunta de Propuesta (11/9) de qué opina del planteo de que”es más útil votar a la Alianza para echar a Menem, que votar a la izquierda por más principios y buenas intenciones que proclame”, Gorini responde: “convengamos que no es poca cosa echarlo a Menem”. Es decir, está muy bien votar a la Alianza, excepto … en la Capital.