FLORENCIO VARELA | La lucha de los trabajadores del frigorífico La Huella

Otro lock-out patronal

Desde hace más de dos semanas, el frigorífico La Huella, del barrio La Rotonda de Florencio Varela, se encuentra paralizado por un lock out patronal. Su propietario invoca el "conflicto del campo" y la disminución del ingreso de animales para echar trabajadores, extorsionar a los delegados y hacerle pagar la factura a los obreros. El lock-out comenzó luego de que los trabajadores y el cuerpo de delegados organizaran asambleas y un acampe contra el despido de 17 compañeros.

Dictada la conciliación obligatoria, que disponía a seguir las negociaciones con los despedidos adentro, la patronal despidió otros diez trabajadores y cerró la planta. La provocación es descarada: la patronal exige la renuncia de todo el cuerpo de delegados como condición para reabrir el frigorífico.

La patronal invoca una crisis que no es tal. Los delegados denuncian que "la faena o matanza de La Huella se está realizando en su mayoría en el frigorífico El Látigo, del mismo propietario (entre 1.500 y 1.800 cabezas semanales), y otras tantas repartidas en los frigoríficos El Federal y El 40". La patronal sólo pagó el 35% de los salarios de la primera quincena de mayo.

Aun cuando una asamblea masiva le reclamó al Sindicato de la Carne que dispusiera medidas de fuerza en apoyo a la lucha, la conducción del gremio no ha dado un solo paso en ese sentido.

La presencia "simbólica" de los concejales en el acampe no pasó de un saludo a la bandera. Ellos mismos reconocieron que "no podemos hacer mucho en esto". Como ocurrió con la fracasada conciliación "obligatoria", los trabajadores tienen razón pero "marchen presos".

Según Infocampo, alrededor de 9.800 trabajadores de frigoríficos podrían ser despedidos debido al cierre de las exportaciones de productos cárnicos bovinos; más de 90 frigoríficos solicitaron subsidios ante el Ministerio de Trabajo para "evitar la reducción de sueldos del personal que deberá ser suspendido". Los más importantes frigoríficos radicados en el país, entre los cuales figuran Swift, Armour, Finexcor, Friar, Ecocarnes, Rioplatense y Arre Beef, han pedido asistencia oficial.

La burocracia de la Federación de la Carne se comporta como un vocero de las patronales y hace causa común con los empresarios.

La lucha de los compañeros de La Huella debe ser apoyada y sostenida para imponer la reapertura del frigorífico con todos los compañeros adentro (incluidos los delegados) y el pago completo de los salarios. Si la empresa persiste con el lock-out, el Estado debe intervenir y los trabajadores gestionar el frigorífico bajo su propio control.

Edgardo-D. M. R.