El viernes 2 de febrero, en una sesión acelerada, el Concejo Deliberante de la ciudad de Formosa aprobó un gigantesco aumento del valor del boleto de colectivo, llevándolo de 250 pesos a 690. El salto es muy significativo sobre todo porque el último aumento fue hace tan solo dos semanas atrás, cuando el costo era de 95 pesos. Es decir que en 15 días los aumentos alcanzaron un 700%.

Una parte de las razones de esto es obviamente la quita de subsidios del gobierno de Milei, quien está profundizando el ajuste sobre los trabajadores. Recientemente se reunieron los intendentes de siete ciudades de diferentes provincias con el secretario de Transporte de la Nación, Franco Mogetta, a quien le pidieron equilibrar los subsidios con el AMBA aunque hasta ahora no hay respuestas.

En esta oportunidad, el boletazo también alcanza a los estudiantes, ya que se eliminó el boleto estudiantil gratuito; a partir de ahora, pasara a valer 345 pesos. Claramente esto es un golpe duro a las familias trabajadoras, a los que van en colectivo a trabajar y a los que van a estudiar.

No es difícil imaginar el enorme impacto que tendrá en la economía de una familia trabajadora, que viene de sufrir los aumentos de los alimentos, la nafta y de otros servicios. Toda esta inflación y la que viene contrasta con salarios bajísimos. Recientemente, el gobernador Insfrán anunció un miserable aumento del 25%, elevando el salario mínimo que percibe la mayoría de los estatales a 280 mil pesos -es decir un ingreso de indigencia.

Volviendo al problema del transporte público, esto no es nuevo. Más bien es de larga data. Con las empresas anteriores también sufríamos con los aumentos y con las deficiencias en las frecuencias. La actual, Crucero del Sur, está desde el 2017. Esta empresa se había comprometido a poner 120 unidades en las calles, algo que nunca sucedió -50 unidades serían del municipio. Al contrario, las demoras en varias líneas superan la hora.

Está claro que todas las gestiones vienen fracasando, a pesar de contar con la monopolización del servicio. Queda demostrado también que la administración privada no garantiza un buen servicio, como nos quiere vender el presidente Milei.

Nuestra propuesta para el transporte consiste en la estatización del servicio. De esta manera, buscamos que se garantice el derecho de la población a trasladarse, que se mejoren las frecuencias, que se abran los libros de las empresas ante la población para que puedan verse los costos reales y por supuesto que bajen los valores del pasaje. Esto sería posible ya que se quitaría del medio la parte de la ganancia que persigue cualquier empresa.

Pero para que esto se cumpla es necesario poner el servicio bajo control de los propios trabajadores y de los usuarios. Para nada confiamos en un gobierno municipal que tiene un profundo vinculo de connivencia con la empresa. Quedó demostrado que la auditoria que se ejecutó fue solo para convalidar estos aumentos. Por otro lado, el intendente Jorge Jofré salió al rescate de la empresa, dándole 37 millones de pesos a libro cerrado para pagar aguinaldos adeudados.

En cuanto al convenio de los trabajadores del transporte, planteamos que sean respetados por la rama en la que están. Nuestro planteo de estatización para nada implica un cambio a sus convenios.

Creemos que esta es la salida para que, de una vez por todas, se resuelvan los enormes problemas del transporte sin que esto represente un feroz ataque a los miserables ingresos de la población trabajadora.

Mientras tanto, en la semana, nos movilizaremos a la intendencia para rechazar este boletazo.

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