Políticas

30/5/2023

Fracasó el dólar soja ¿y ahora?

Los ingresos de divisas registrados se ubican en el 70% de la meta original y las reservas en terreno negativo.

Dólar soja.

A dos días hábiles de la finalización, el dólar soja, es decir el pago de un dólar más caro a las patronales sojeras, no cumplió con las expectativas del gobierno. Los ingresos de divisas registrados se ubican en U$S 3.534 millones, el 70% de la meta original (U$S 5.000 millones). En tanto, las reservas, según las estimaciones de Ecolatina, se encuentran en terreno negativo por U$S 1.700 millones. Es la muestra de que a Massa se le acaban los cartuchos, de que el principal problema de las reservas es la fuga de capitales y de que no vamos a salir de esta crisis mediante beneficios a los capitalistas.

Es lo que se desprende de los cálculos de las compras netas del Banco Central, las cuales se ubicaron en U$S 856 millones durante el período que duró la medida, es decir el 24% del total, lo que evidencia un fuerte deterioro respecto a los programas anteriores (donde había logrado acumular un 65% y 73% del total liquidado). La cosa se agrava cuando los datos informan que, en el año y a pesar de la compra, la entidad tiene un saldo negativo de U$S 2.600 millones.

La corrida cambiaria es uno de los factores más importantes para que el agro no liquide gran parte de las divisas, a la espera de una devaluación o de un beneficio cambiario mayor. Según la consultora PPI “se liquidaron 7,7 millones de toneladas de la oleaginosa, por lo que solamente se habría vendido lo acopiado (carry) de la cosecha anterior (alrededor de 6/7 millones) y una muy pequeña parte de la campaña actual”.

El gobierno viene dilapidando las reservas en el pago de la deuda externa y en financiar esta corrida. Sobre este punto, Ecolatina afirma “no existen datos oficiales que permitan un monitoreo preciso, la principal canilla que explica la salida de divisas se encuentra en el rubro “Otros” (u$s1.100 millones entre el 5 y el 18 de mayo), que comprende distintos tipos de operaciones, dentro de las que se destaca la utilización de reservas del BCRA en el mercado de los dólares financieros a fin de contener la brecha cambiaria”.

En tanto, la medida conformó una devaluación en cuotas que se trasladó al precio de los alimentos, rubro que lidera los índices inflacionarios. Al trasladarse este tipo de cambio más caro al precio de la soja, también aumenta el precio de los alimentos de los animales y, por ende sus derivados, como el pollo, la carne, los huevos, etc. A su vez, la medida necesitó una emisión monetaria de 1,05 billones de pesos, de los cuales 227.500 millones de pesos representan el extra del precio pagado al agro, lo que recalienta aún más la inflación.

El gobierno trata de pilotear la situación negociando un nuevo desembolso del FMI por U$S 10 mil millones, una ampliación de Swap con China y financiamiento de los BRICS, además de la deuda con organismos multilaterales, lo que constituye un nuevo endeudamiento que, demostrado está, no van a resolver el problema del acopio de divisas, sino al contrario, continuarán saqueando los recursos nacionales.

Según el Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía, entre marzo 2022 y marzo 2023, se gastaron U$S 9.881 millones en el pago de deuda externa e intereses y U$S 545 millones en la formación de activos externos. Eso explica que en los últimos doce meses la deuda moneda extranjera se haya incrementado en U$S 5.656 millones y los vencimientos para este año acumulen U$S 9.957 millones. Sin embargo, las reservas líquidas se encuentran en terreno negativo. Queda claro que estos créditos no están dirigidos a la inversión productiva sino a engrosar los bolsillos de los especuladores. De esta manera, se agrava el peso de una hipoteca que pagamos los trabajadores, con más ajuste y privaciones.

El oficialismo, que le recriminaba a Macri que se endeudaba con el FMI para financiar la fuga de capitales, hace lo mismo. Nos siguen endeudando, mientras financian la corrida, caen los depósitos, benefician a pulpos de ciertos rubros con tipos de cambio más caros y pagan deuda externa. A tal punto es así que Máximo Kirchner pasó de quejarse, a mediados del año pasado, de que Argentina estaba arrodillada ante los sojeros, a subirse al avión con Massa para respaldar explícitamente la búsqueda de nuevo endeudamiento. Cristina incluso elogió la intervención del BCRA en el mercado de cambios como una medida soberana, lo mismo que hizo Macri y criticaron en su momento al FMI por permitirlo, habilitando un mecanismo para financiar la fuga.

Es necesario repudiar el conjunto de la deuda externa usuraria y romper con el FMI para salir del abismo en el cual nos hundieron los políticos capitalistas que se alternaron en el poder y reorientar los recursos nacionales a cubrir las necesidades populares.

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