Fracasó el Plan Brady
Seguir
Aunque Cavallo presume ser “un técnico brillante”, las derivaciones del Plan Brady están demostrando que no es nada más que un estafador de guantes blancos.
El anuncio de que, gracias al Brady se había logrado una reducción del 35% en la deuda externa, no pasó de un “globo”. A la hora de las decisiones, “el 80% de los bancos eligió los bonos a la par” (La Nación, 7/8) y, en consecuencia, la prometida “reducción” de la deuda resultó casi nula, apenas un 7%, 1400 millones de dólares. Los bancos eligieron los bonos a la par por la sencilla razón de que la “tasa reducida” que devengan estos bonos es superior a la tasa actualmente vigente en el mercado internacional: en el primer año los bonos de Cavallo pagan el 4%, porcentaje que sube a razón de 0,25% por año hasta llegar al 6%, mientras que la tasa de mercado está en el 3,5% y “nadie prevé seriamente un aumento dramático de las tasas internacionales” (Clarín, 11/8).
Lo que sí deberá aumentar “dramáticamente” es la masa de fondos que Argentina deberá reunir para garantizar el acuerdo como consecuencia de que el monto de la deuda y de los intereses a pagar es mayor. La Nación (7/8) la estima en 400 millones de dólares —aunque advierte que pueden ser más— los que deberán agregarse a los 3.000 que exigía la garantía original.
Todo esto sucede en momentos en que el Tesoro norteamericano —que emite los bonos con que Argentina garantiza los intereses (bonos de cupón cero) — se rehúsa a venderlos. Débora Danker, subsecretaría del Tesoro norteamericano, anunció que “posiblemente Argentina y Brasil deban comprar esos bonos en el mercado” (Gazeta Mercantil, 6/8), es decir, pagando un beneficio —- ¡otros cientos de millones!— a los intermediarios, casualmente los bancos.
Todo esto ha llevado a especulaciones sobre una “renegociación del Brady” una medida que La Nación califica de “extrema” pero de la cual, según Clarín, “ya se ha comenzado a hablar en Hacienda”. Semejante “renegociación” será, como la de Aerolíneas, la oportunidad de nuevas concesiones para la banca acreedora.