Políticas

31/8/2021

Frederic, Berni y el embajador suizo se ríen en la cara de los bonaerenses

Son todos responsables de la inseguridad que sufre el pueblo.

El episodio entre Frederic, Berni y el embajador suizo muestra a las caras cómo los responsables de la inseguridad se ríen en la cara del pueblo que la sufre.

La ministra dijo que es más divertida la provincia de Buenos Aires que Suiza. Siendo responsable de la seguridad en todo el país, ignora que no es un problema de divertirse o no que miles de pibes en los barrios sufren la adicción al paco, que cientos de miles de trabajadores sufren los robos de autos y que las mujeres siguen siendo víctimas de las redes de trata.

La afirmación de la ministra es cínica porque ella es responsable de esta situación. Es que estos delitos se llevan adelante con total complicidad del Estado. En los barrios todos conocen que la policía transa con los narcos. Los desarmaderos operan a plena luz del día, a la vista de comisarios e intendentes. Los prostíbulos que se basan en las redes de trata tienen todo tipo de arreglos para seguir funcionando en base a cajas negras.

La ministra Frederic le contestó Berni. La hipocresía de Berni no tiene límites, porque habla de la inseguridad pero es responsable de la policía de la provincia que participa en todas estas transas. La política de Berni al frente del Ministerio es la represión a la juventud de los barrios. El viernes, miles de pibes coparon la Plaza de Mayo para denunciarlo en la marcha de la gorra. El reclamo para que se vaya Berni copó las calles, pero Cristina y Kiciloff lo siguen sosteniendo para mantener la mano dura contra los pibes en la provincia.

El que vino a rematar este concurso de insultos contra el pueblo de la provincia es el embajador suizo, Heinrich Schellenberg. Salió a decir que Suiza es un país divertido. Más o menos divertido, no sabemos, Suiza mantuvo durante toda su historia y hasta un pasado muy reciente el secreto bancario más estricto del mundo. O sea, basó su economía durante cientos de años en recibir la plata de todos los delincuentes a lo largo y a lo ancho del mundo. Incluidos, por ejemplo, los criminales de guerra nazis, permitiendo guardarla y sin investigar su procedencia. En las cuentas de los bancos suizos descansa impune la plata del lavado de los narcos de la provincia de Buenos Aires, del Bronx o de la India.

Estos lavadores seriales de fondos ilegales no pueden hablar de inseguridad, porque son responsables. Para terminar con la inseguridad que asola los barrios de la provincia hay que quebrar todos los pactos del Estado con el delito organizado, con el lavado de dinero que circula por la banca y los casinos, con la trata de personas y con las mafias de los desarmaderos.

Una tarea que ni el PJ ni Juntos por el Cambio pueden llevar adelante.