Políticas

15/7/2019

Frenemos la especulación inmobiliaria en el Abasto

El empresario Elsztain anunció la construcción de dos torres sobre el supermercado Coto del barrio

En una conferencia de prensa realizada junto a Horacio Rodríguez Larreta para presentar un edificio de oficinas en el barrio Catalinas (Retiro), el presidente de Inversiones y Representaciones IRSA, Eduardo Elsztain, se refirió también al avance del proyecto de dos torres residenciales sobre el supermercado Coto frente al shopping de Abasto, ubicadas sobre la calle Agüero entre Guardia Vieja y Lavalle. Un proyecto que se lanzará a la venta en aproximadamente cuatro meses.


IRSA gestiona el shopping de Abasto desde su apertura en 1998 sin autorización ambiental, entre otros beneficios otorgados por el Estado. Pretenden seguir haciendo negocios con la especulación inmobiliaria en un barrio de trabajadores que sufren la precariedad habitacional y también el hacinamiento.


La vivienda es un tema acuciante entre la población trabajadora del barrio del Abasto. Hay dos casos emblemáticos en los que todo el barrio se vio involucrado en los últimos años y que están muy presentes en la conciencia: en 2016 el Estado desalojó por la fuerza la Casa Pantano, un célebre caserón antiguo en el que vivían 19 familias que vivían de changas y trabajos precarios, en su mayor parte inmigrantes. Luego de resistir dos desalojos con el apoyo de los vecinos y del Partido Obrero, el Estado con sus fuerzas represivas desalojó para que edifiquen nuevos pisos conservando la fachada del viejo inmueble. Las 19 familias fueron dejadas a su suerte. En 2017 se incendió un conventillo en el pasaje Zelaya entre Agüero y Anchorena, a tres cuadras del shopping, expulsando directamente a todas las familias que vivían allí. A partir de entonces se inició un acampe en la puerta del conventillo que duró algunos días, hasta que finalmente el Estado reubicó en otras viviendas precarias y en otros barrios a estas personas desalojadas por el fuego.


Hoy por hoy los problemas para acceder a una vivienda digna continúan en el barrio: casas ocupadas, hacinamiento y además la pérdida del poder adquisitivo del salario respecto a la inflación y los alquileres.


Las torres no vienen a solucionar el problema, sino que se incrementará. Si no nos organizamos y actuamos, el valor del suelo subirá y por ende crecerá la dificultad del acceso a la vivienda.


Debemos organizar urgentemente asambleas, plenarios, para deliberar y votar un plan de acción para suspender el proyecto de las torres de IRSA hasta que en primera instancia se informe y solucione el problema habitacional de los trabajadores del barrio y para tener acceso al proyecto y a los libros contables del mismo.