Mar del Plata es el laboratorio anticipado de la crisis política.

Desde hace 20 días el Bloque Piquetero local (PO, MTR, UVO) junto a la Coordinadora Wilson (PC) acampa frente al municipio reclamando por la entrega de puestos del plan Trabajar, bolsones alimentarios y pagos atrasados. A pesar del bloqueo de los medios, la plaza San Martín se ha convertido en el centro de las luchas marplatenses. El 10, alrededor de 500 personas, entre trabajadores y turistas, recorrieron la peatonal al grito de “Fuera Duhalde y Aprile”. El 15, una Asamblea Popular con más de 800 participantes (desocupados, estatales, docentes) sumó un conjunto de reclamos *pago en término de salarios y jubilaciones, aumento inmediato del presupuesto en educación y salud*, y marchó en movilización. El cacerolazo del viernes 25, con cerca de 10.000 manifestantes, se convirtió en un acto demoledor contra el gobierno nacional y comunal.

Los municipales están en huelga por falta de pago.

La situación en el puerto es explosiva. Los portuarios vienen sufriendo despidos, suspensiones y retrasos de salarios. Los obreros de la industria “cooperativizados” están prácticamente parados. Las patronales, con las cámaras frigoríficas abarrotadas, han paralizado la producción especulando con las exportaciones a valor dólar. Los capitanes y marineros han comenzado a discutir la necesidad de salir a la huelga por los básicos garantizados y el ajuste automático de los salarios.

En un cuadro de continuas movilizaciones y reclamos, el intendente Aprile (Alianza) está al borde de la caída. En el ámbito del Concejo sólo se discute quién debe reemplazarlo.

En este escenario de crisis política abierta, la Asamblea Popular que deliberó el lunes 28 resolvió un llamamiento que plantea una salida de los trabajadores a la crisis de poder.

La Asamblea Popular resolvió además enviar comisiones a cada asamblea barrial para llevar las conclusiones e invitar a realizar asambleas comunes en la Plaza del Aguante.