Hace pocos días, el jefe de Gabinete decidió desviar un dinero asignado a la Anses para pagar una importación de fuel oil.

Alegó que Anses podía pagar con sus propios recursos.

Al funcionario no se le ocurrió que la otra alternativa era aumentar los 260 pesos miserables que cobran los jubilados.

Aumentar a los jubilados, no.

Pagar la factura del acaparamiento de gas de los pulpos como Repsol, sí.

Este hecho retrata de forma cabal al gobierno ‘nacional y popular’ que ‘supimos conseguir’.

Un gobierno capitalista.

Otra.

Se aprestan a pactar el pago de la deuda externa en los términos de ‘buena fe’ que exigieran el FMI y por sobre todo el Citibank.

La Bolsa festejó por anticipado con una suba de la cotización de los bonos que ha llenado los bolsillos de los especuladores.

Dos años después del ‘defol’, Argentina reconoce una deuda externa de 150.000 millones de dólares.

Más la privada, que pagaremos con tarifazos, serán 210.000 millones.

Estamos de nuevo en un profundo sometimiento nacional, del cual en realidad no habíamos salido nunca.

Lo prueba, además, la decisión de mandar tropas a Haití para sostener al gobierno golpista que impusieron los yanquis.

Los soldados argentinos irán a relevar a los norteamericanos, exactamente cuando Bush anuncia que mandará más tropas de Estados Unidos a Irak.

Menem iba directamente al Golfo; Kirchner hace escala en Puerto Príncipe.

El próximo 5 de junio, el mundo entero saldrá a las calles para reclamar que los imperialistas se vayan de Irak.

En Argentina, marcharemos también para que no vayan soldados argentinos a Haití.

Si derrotamos esta confabulación contra la independencia de América Latina, estaremos más cerca de que el superávit del Tesoro vaya para nuestros jubilados y no para los saqueadores internacionales o los pulpos del gas.

Nos vemos en la lucha.