Fuera la Internacional Socialista del Imperialismo
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Menem y Duhalde mandan tropas argentinas a los Balcanes y propician el contrabando de armas a Croacia con la venia de Clinton. Luego de este delito internacional, el gobierno norteamericano declaró a la Argentina aliada militar extra-Otan.
Pero los aliancistas no les van a la zaga, en especial los frepasistas.
Dentro de diez días, serán los anfitriones de la Internacional Socialista, que se reunirá en Buenos Aires. En ella militan los gobiernos europeos que durante más de dos meses sometieron a un implacable bombardeo a toda Yugoslavia y desataron una catástrofe humanitaria y ecológica excepcional.
Para cometer su crimen han invocado, como siempre, la defensa de los derechos humanos.
Pero a Blair los únicos humanos que le importan son los accionistas de la British Aerospace. Al francés Jospin, los Matra, Lagardere, Dusault y Thompson. Al italiano D’Alema, la Fiat y la Olivetti. Al alemán Schroeder, el Deutsche Bank, Mannesmann y Daimler-Benz. A Felipe González, la aeronaútica Casa y la Telefónica-Citicorp. Se trata de pulpos capitalistas del armamento, que quieren engrosar los pedidos para la fuerza europea de defensa o para la Otan, o de grupos privatizadores que codician los mercados todavía estatizados de Europa del este y de Rusia.
Por eso han destruido a Yugoslavia y han convertido a los Balcanes en un protectorado militar del imperialismo.
No es una internacional sino una sociedad por acciones; no es socialista sino imperialista. En esta cueva, como peones coloniales, se cobijan los Alvarez, Meijide, Alfonsín y De la Rúa. Si Menem es un agente de la banca yanqui, los otros lo son de la Unión Europea.
Estos criminales no pueden pasar por Buenos Aires sin recibir el repudio de los trabajadores y de la juventud luchadora argentinos.