Políticas

15/4/1999|622

Fuera la otan de los Balcanes – Fuera el FMI de América Latina

La agresión imperialista en los Balcanes es el resultado final de un largo proceso de desintegración de esa región, impulsado por el imperialismo mundial. Primero fue la desintegración económica provocada por los planes privatizadores del FMI. Segundo fue la desintegración política promovida por las principales potencias capitalistas empeñadas en quedarse con la parte del león de las viejas economías estatizadas de todo el este de Europa y de Rusia. La consecuencia final fue la desintegración nacional, los crímenes y la guerra. Desde el principio al fin, la tragedia de los Balcanes es la consecuencia de la estructura social imperialista de la economía y de la política mundiales. Más allá de la responsabilidad que les cabe a los distintos gobiernos imperialistas y a los distintos clanes nacionalistas de los Balcanes, la guerra en la región es la consecuencia de la dominación mundial del imperialismo.


Pero no serán sólo los pueblos balcánicos los que pagarán con sus vidas la supervivencia del régimen capitalista mundial. Todos los pueblos del mundo irán a sufragar los costos de la guerra, los costos del mantenimiento de nuevas tropas de ocupación, los costos de la nueva ola de armamentismo que esta guerra necesariamente habrá de impulsar, los costos de las nuevas crisis internacionales que esta guerra ha provocado y que ningún arreglo de paz imperialista podrá evitar.


Esta nueva carga sobre los trabajadores del mundo entero se agregará a la que tienen que aguantar centenas de millones de desocupados; centenas de millones de trabajadores flexibilizados; centenas de millones de jubilados privatizados; centenas de millones de niños privados de la asistencia social, la educación y la salud.


Por todo esto, el próximo 1º de Mayo debe ser una jornada internacional de lucha contra el imperialismo; de movilización por la derrota política y militar de la Otan; por la libertad nacional para los pueblos que la reclamen; por la expulsión del FMI de todos los países; por la perspectiva de una lucha común que ponga fin a la explotación capitalista.


El saqueo sistemático, el pillaje sin contemplaciones y ahora la guerra imperialista han puesto al desnudo el carácter fundamentalmente antiobrero del centroizquierda internacional y de gran parte de la izquierda de origen stalinista, que están actuando como punta de lanza del imperialismo. Que los Balcanes nos sirvan de lección para no abrigar ilusiones en los centroizquierdistas ‘democráticos y humanitarios’, en los Alvarez, De la Rúa o Duhalde —todos ellos aliados extra-Otan del imperialismo yanqui.


Que el próximo 1º de Mayo sirva como un primer paso de la clase obrera mundial en su unidad política contra el imperialismo. Si esto ocurre, las miserias de los Balcanes serán recordadas como el principio del fin, como un nuevo principio del fin, del imperialismo.