Con la excusa de crear fuentes de trabajo, para “combatir la desocupación” que ellos mismos crearon, las patronales de la fruta y la burocracia sindical de la fruta impulsaron en los últimos años la creación de “cooperativas de trabajo” para el empaque de fruta.

Estas “cooperativas” son en realidad empresas que trabajan en forma tecierizada para los grandes pulpos, que usan la forma de cooperativas para ocultar la terrible explotación de los obreros. Mediante distintas formas de flexibilización, los han sometido al trabajo a destajo: pagan por bulto embalado sin respetar las categorías; los sueldos que van de 700 a 1.000 pesos por 12 horas de trabajo, 6 días a la semana. Cualquier reclamo es causal de despido.

La mayoría de las cooperativas está regenteada por los burócratas del sindicato de la fruta. El secretario general Rubén López regentea las de Río Negro; el secretario adjunto Juan Lescano, las de Neuquén. Todas ellas trabajan para los pulpos de la región Expofrut , Salentein, Zetone, Moño Azul, etc. Estos “sindicalistas” no permiten la organización en las cooperativas y se manejan como patrones absolutos cometiendo todos los abusos imaginables.

Para terminar con el trabajo en negro y a destajo, los trabajadores de las cooperativas debemos organizarnos en asamblea y votar un plan de lucha para logar el pase al convenio del 76 que nos reconozca como obreros de la fruta y no como monotributistas. Unidos a los obreros de las plantas de empaque, luchemos por recuperar el sindicato y echar a esta burocracia negrera.