Fuera los depredadores de Neuquén
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El 13 de diciembre pasado, en el Día del Petróleo, en una costosa solicitada a dos páginas, Pérez Companc, publicitó que con tecnología de último nivel estaba perforando en la zona de Rincón de los Sauces sin producir contaminación.
Bastaron unas fuertes tormentas para que quede al desnudo toda la ‘tecnología’ del siglo XXI. En lo que va de fines de enero a principios de marzo (45 días) se han producido, en el área de Rincón de los Sauces, tres inmensos derrames de petróleo hacia el río Colorado. Y no se trata, como dicen las empresas de “causas climáticas”, sino de puro negocio capitalista: “… las cañerías de PVC, que desplazaron a las antiguas de hierro, y que están solamente a un metro y medio bajo tierra, sufrieron la precariedad de su situación y se descalzaron para luego quebrarse. Una docena de caños se partió al medio ante el azote del agua. El petróleo se derramó siguiendo la pendiente natural, hasta encontrarse con el río Colorado … los caños de PVC poco resistentes siguen en funcionamiento. Este tipo de cañerías ahorran dinero, mano de obra y facilitan el tendido de línea, si bien cuentan con algunas desventajas: no resisten demasiada presión ni interna ni externa” (Río Negro, 18/2).
No estamos ante un desastre natural, sino ante una catástrofe capitalista, que se complementa con la superexplotación de los trabajadores y el saqueo a las finanzas provinciales. Esta situación tiende a empeorar. El gobierno provincial es rehén de las empresas, las cuales lo amenazaron en relación a las leyes 2175 (multa al venteo de gas) y 2183 (cobra servidumbre de paso por tierras fiscales a los ductos): “Esto es peligroso porque detrás de fines nobles como la preservación del medioambiente se esconde la necesidad de los requerimientos económicos que tiene la provincia … si no hay seguridad jurídica los inversores no vendrán … (estas) actitudes van a afectar el desenvolvimiento futuro de la industria, que sin duda hacen difícil trabajar en este medio, y se atenta contra una fuente de ingresos importantes que tiene la provincia”. Pocos días después estuvieron con Sapag los popes de YPF y Pérez Companc. Estos últimos, además, a través del Banco Río, son fuertes acreedores de la provincia y se “perfilan como candidatos a refinanciar la deuda global de la provincia que asciende a 270 millones de dólares” (Río Negro, 26/2).
Neuquén está en manos de los depredadores y saqueadores.