No es sólo cuestión de no enviar tropas en apoyo de las agresiones que preparan los imperialismos de Estados Unidos y de Europa. A partir de la decisión del gobierno norteamericano de exigir una alianza política y militar so pretexto del terrorismo que él mismo ha prohijado, la dominación y el saqueo del imperialismo se acentuarán como nunca y se harán todavía más insoportables.

Los yanquis invocan ahora al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, pero lo pisotearon sin vergüenza cuando se trató de “asistir” a la Argentina contra la flota inglesa, o cuando decidieron invadir Granada y Panamá. Lo reclaman ahora, no para que mandemos soldados que no les son necesarios, sino para meternos más bases militares y para enviar soldados, sí, pero a Colombia, a combatir a la guerrilla y a defender a los narcotraficantes.

El sindicato docente de Tierra del Fuego acaba de denunciar que los yanquis han instalado una base cuyo objeto declarado es detectar explosiones nucleares, pero con la verdadera intención de realizar allí explosiones atómicas subterráneas.

Se acaba de realizar el “Operativo Cabañas”, en el norte de Salta, precisamente para adiestrar tropas en la lucha contra la guerrilla popular colombiana. De paso, el régimen salteño avanza otro peldaño en la militarización de la provincia contra los piqueteros, lo que podrá ser usado para combatir la rebelión que está abrazando en estos precisos momentos al pueblo de Jujuy.

Para efectivizar la “alianza mundial…” se habla ya de modificar la legislación que prohibe a las Fuerzas Armadas ejercer el espionaje interno.

Bajo la presión del atentado, el gobierno norteamericano quiere imponer, en especial a Brasil, un frente de intervención en Colombia, lo que no había conseguido hasta ahora, por la vía de las presiones “normales”.

Los De la Rúa y los Ruckauf y Duhaldes, ya han dicho sí a estas exigencias. Creen que así conseguirán “ayudas” económicas o algunos subcontratos que demande el gasto armamentista norteamericano.

Puras ilusiones. La crisis financiera mundial habrá de reforzar la presión del imperialismo para que paguemos la deuda externa y para imponer un “déficit cero” a costa de los trabajadores. Cavallo ya está maquinando ofrecer la recaudación impositiva como garantía de la deuda externa y transferir la totalidad de los títulos desvalorizados de ésta a las AFJPs, comprometiendo definitivamente los aportes de los trabajadores a este sistema privado.

Frente a esto, decimos:

No a “la alianza mundial contra el terrorismo”, porque los peores terroristas son precisamente estos “aliados”.

Fuera el imperialismo de Argentina y América Latina. No al pago de la deuda externa. Por la unidad política de América Latina, bajo la dirección de los obreros y los campesinos.

Lucha internacional contra el imperialismo.