Un impresionante operativo represivo para impedir la manifestación contra la reunión de la Organización Mundial del Comercio en la ciudad de Buenos Aires se concretó durante la jornada del martes. El operativo conjunto entre la Gendarmería Nacional, dirigida por Patricia Bullrich, y la Policía de la Ciudad, responsabilidad de Horacio Rodríguez Larreta, incluyó a centenares de efectivos uniformados para el combate, perros policía y decenas de carros de asalto y patrulleros. El diario Clarín calificó de “inmenso” al operativo. El cronista de La Nación calificó de “impactante” la cantidad de gendarmes, que ocuparon la avenida Corrientes durante el anochecer como no se veía en las últimas décadas.

Los efectivos detuvieron a seis manifestantes luego de que los persiguieran por la avenida Callao. Por la noche, abogados de APEL y Correpi, entre otros, reclamaban su liberación en la puerta de la comisaría 15. En la causa interviene el servil juez Bonadio, quien hasta el momento se negó a dar información sobre la situación de los tres compañeros que continúan detenidos.

Las detenciones se produjeron cuando las columnas mayoritarias de la movilización -de la que participaron el Partido Obrero, el FIT, partidos de izquierda y organizaciones sociales, ecologistas y de pueblos originarios, entre otras- se estaban desconcentrando.

El descomunal operativo organizado para defender a las potencias imperialistas que planifican en la reunión del OMC el saqueo de las naciones semicoloniales, forma parte del incremento de las política represivas del gobierno nacional. Se trata de una política consciente que prepara la represión contra los trabajadores que se manifiestan contra el ajuste en marcha y que ya se ejerce de manera coordinada junto con los gobernadores provinciales y en cuyas represiones ya perdieron la vida Santiago Maldonado, en Chubut, y Rafael Nahuel, en Río Negro.

La lucha contra la represión y la impunidad es una de las principales tareas del movimiento obrero y popular.