Políticas
11/10/2019
Gabriel Solano, el único opositor en el debate de candidatos a Jefe de Gobierno
La performance del candidato del Frente de Izquierda – Unidad mostró la solidez del programa y la intervención política cotidiana de la izquierda en la Ciudad.
Seguir
El debate de candidatos a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tuvo un claro ganador. Gabriel Solano, en pocos minutos y pese a las restricciones para desenvolver un debate, logró desarrollar el programa de la izquierda, apoyado en una sólida intervención cotidiana en los frentes de trabajo, en los barrios, en las luchas y en la Legislatura. Sus intervenciones tuvieron importante repercusión en los medios de comunicación, que destacaron su soltura y conocimiento sobre la crítica situación de la Ciudad.
En contraste con Lammens, del Frente de Todos, que posó casi como un “Larretista crítico”, Solano trazó una crítica a fondo a la gestión del macrismo, poniendo de relieve la existencia de un verdadero régimen dirigido por el capital inmobiliario, bancario y la patria contratista. Explicó que se trata de un régimen porque tanto Macri como Larreta contaron con el concurso del bloque kirchnerista en la Legislatura, que votó leyes centrales de privatización de tierras para los negocios inmobiliarios. Denunció también el rol colaborador de la burocracia sindical -hoy asociada a Alberto Fernández- actuando como un bloqueo a las luchas populares, mientras crece la precarización laboral como se vio con el caso de Cinthia Choque. Fue de este modo como el macrismo se abrió camino en la Ciudad, para luego llegar a gobernar el país.
Otro contraste ineludible entre el resto de los candidatos y el del Frente de Izquierda se evidenció en materia de derechos humanos, ya que Solano denunció el montaje de un verdadero Estado policial-represivo en la Ciudad. Puso de relieve que el gatillo fácil creció de la mano de una Policía de la Ciudad que, también, fue creada con los votos kirchneristas en la Legislatura. Cuestionó además el avance del código contravencional represivo, las detenciones arbitrarias y el “Gran Hermano”que monta Larreta con la multiplicación de las cámaras de reconocimiento facial. Todo ello, sumado a la represión a las luchas populares. En el cruce con Lammens desnudó el apoyo de este a las pistolas Taser, cuando la ONU y los organismos de derechos humanos las denuncian como un instrumento de tortura. La izquierda quedó colocada como la única fuerza que defiende los derechos humanos y las libertades democráticas.
Por otra parte, Solano fue el único que abordó el corazón del problema educativo. Demostró que los recortes presupuestarios de Macri y Larreta responden a una orientación privatista y de descalificación de la educación pública, como sucede con la Secundaria del Futuro y la Unicaba, pero también que estas políticas se apoyan en leyes nacionales del kirchnerismo o fueron respaldadas por los ministros de educación de los gobernadores peronistas. En ese sentido, planteó como salida la nacionalización del sistema educativo, contra la descentralización menemista que fue sostenida por todos los gobiernos. Refrendó así el compromiso de la izquierda con las luchas de estudiantes, docentes y toda la comunidad educativa.
Pero fue más allá en la cuestión educativa. Sostuvo que el programa del FIT-U es una educación única y laica, un requisito para garantizar el dictado de educación sexual en todas las escuelas: “¿Qué le puede enseñar un cura a un adolescente que quiere saber sobre sexualidad?”, remató. Propuso la separación de la Iglesia del Estado y así terminar con los 5.000 millones de pesos que recibe la Iglesia como subsidios a la educación porque fomenta un adoctrinamiento oscurantista y contrario a los derechos de las mujeres, las disidencias y la juventud; además de la finalización de las millonarias exenciones impositivas en ABL, Ingresos Brutos y pago de servicios.
Por último, desmintió la campaña de confusión que desarrolla el kirchnerismo sobre la votación del 27 de octubre, explicando que es falso que para forzar un ballotage sea necesario votar a Lammens porque para evitar que Larreta supereel 50% es lo mismo votar a cualquier candidato de la oposición. Sin embargo, solo el Frente de Izquierda tiene un programa para enfrentar la crisis nacional, con su correlato en la Ciudad, y llamó a fortalecer a la izquierda en todo el país, en el Congreso y la Legislatura para luchar contra el FMI y el pago de la deuda, y promover una intervención histórica de los trabajadores para que la crisis la paguen los capitalistas.