Gabriel Solano concentró su intervención en denunciar, por un lado, el carácter capitalista de la crisis, su alcance internacional y su repercusión en el país y, por el otro las tareas de la izquierda.

Solano destacó que el dato fundamental de la situación argentina es “el derrumbe del gobierno de Frente de Todos”, y remarcó que era el “gobierno de todos: de Alberto, de Cristina, de Massa, de la burocracia de la CGT, de los gobernadores, de los intendentes del conurbano del peronismo”. Destacó que Cristina gobierna a través de Massa. Pero señaló que es una crisis no solo de un gobierno sino del conjunto del régimen político, a 40 años del retorno a la democracia, y esta es “la democracia de los Techint, de los Pescarmona, de los bancos, de Aluar, de los banqueros, no la democracia de los trabajadores”.

Por el lado de las tareas de la izquierda, Solano enfatizó la necesidad de una izquierda independiente “del poder judicial, del legislativo, del ejecutivo”, es decir del Estado, “solo así podremos enfrentar a Milei”. Consideró que este era un tema crucial y que debemos encarar el debate.

Por último Gabriel se refirió a la necesidad de que la izquierda avance en la organización y estructuración de los trabajadores, ganarlos a una perspectiva de lucha. Hay que discutir cuál es la estrategia política de la izquierda y esta debe “avanzar definitivamente en la superación del peronismo, enfrentando a la derecha organizando a las masas proletarias y explotadas en la Argentina, por eso insistimos y seguimos insistiendo: hace falta un congreso del Frente de Izquierda Unidad”.

Solano planteó que estamos a tiempo de tomar ese desafío: “Un congreso del Frente de Izquierda sería la demostración para el pueblo argentino de que nosotros nos jugamos todo por el todo para organizar a los trabajadores, para ir a los sindicatos para luchar por echar a la burocracia sindical, para recuperar en cada lugar las organizaciones obrera”.