Políticas

10/3/2016|1402

Galuccio, el fracaso de un “macri-kirchnerista”

La renuncia de Miguel Galuccio a la presidencia de YPF coincidió con la decisión de la Justicia de que se hiciera público el acuerdo de la petrolera con Chevron. El último acto de Galuccio fue defender a rajatablas el carácter secreto del acuerdo, escudándose en el carácter de YPF como “empresa de derecho privado"


La renuncia de Miguel Galuccio a la presidencia de YPF coincidió con la decisión de la Justicia de que se hiciera público el acuerdo de la petrolera con Chevron. El último acto de Galuccio fue defender a rajatablas el carácter secreto del acuerdo, escudándose en el carácter de YPF como “empresa de derecho privado”. Los que se llenaron la boca con la “recuperación de la petrolera de bandera” se toparon, una vez más, con la realidad de una reprivatización. Para completar el cuadro, la republicana Laura Alonso apoyó cerradamente la decisión de Galuccio. O sea que la ex diputada PRO debutó en su cargo “anticorrupción” amparando una conspiración económica contra el país.


Detrás de la renuncia de Galuccio, sin embargo, hay otras razones de fondo. La petrolera viene barranca abajo, con una caída en el 50% de sus ganancias en el último ejercicio. El porvenir venturoso que auguraba la explotación no convencional se ha derrumbado junto a los precios internacionales del crudo. En vez de anunciar nuevos proyectos, Galuccio anticipó días atrás un panorama de recortes y despidos.


Pero no es ése el único baldón: desde la seudoestatización de YPF, el endeudamiento de la petrolera pasó de 2.000 a 7.000 millones de dólares. Algunos sospechan que cuando el gobierno kirchnerista “andaba desesperado de dólares, la petrolera se convirtió en uno de sus aliados” (La Nación, 9/3). O sea que Galuccio, por cuenta del gobierno K, sometió a la petrolera a la misma práctica perpetrada por Martínez Hoz en los años de la dictadura: endeudarla en función de los intereses oficiales.


Galuccio y su saga -acuerdo con Chevron, libertad cambiaria, tarifazos en los combustibles, endeudamiento- representó la tentativa de los “nacionales y populares” de comandar ellos mismos el viraje hacia el capital internacional. Esta orientación chocó con la marcha de la crisis capitalista: con la caída de los precios internacionales, el endeudamiento ypefiano se quedó sin garantías. Para afrontar la deuda, la petrolera prepara un ajuste.


La experiencia YPF-Galuccio fue una versión anticipada del régimen económico que ahora intenta poner en pie el macrismo. El fracaso de la “nueva” YPF adelanta, por lo tanto, los límites brutales del gobierno Cambiemos y de su orientación económica, en el cuadro de la crisis mundial.