Desde hace un año se supera mes a mes la producción de hidrocarburos en Neuquén, e incluso un 20% de ese incremental ha comenzado a exportarse. Esto provocó que el gobierno del MPN aceite su campaña electoral pretendiendo demostrar que la bonanza es común a  todas y todos los neuquinos gracias a una supuesta política distributiva. En realidad, en medio de este “boom” crece la desocupación y la pobreza.

El gobierno vocifera a los cuatro vientos que hay un aumento del empleo registrado en la provincia. En realidad, según el reciente informe del Indec, la desocupación subió de un 4,7% en el tercer trimestre de 2022 a un 5,9% en el último trimestre.

Por otra parte, según el informe de evolución del trabajo registrado que mensualmente publica el Ministerio de Trabajo de la Nación -con datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), o sea que no contabiliza el trabajo precarizado y en negro- a diciembre de 2022 en Neuquén se constataron 12.000 trabajadoras/es registrados más que en el año 2021. Pero esta cantidad hay que ponerla en contexto respecto a la cantidad de jóvenes que estuvieron en condiciones de incorporarse al mercado laboral en ese período: la población de entre 20 y 24 años se incrementó en alrededor de 57.000 en el año 2021 y más de 60.000 el año pasado. Aún considerando que una parte de esos jóvenes puedan estudiar y no trabajar, vanagloriarse por 12.000 puestos de trabajo registrado oculta que la mayor parte de la juventud neuquina o solo accede a un empleo no registrado o directamente está sumergida en la desocupación.

Esto queda reflejado en los propios registros de la Dirección de Estadísticas y Censos de Neuquén, que muestran que los hogares pobres pasaron del 25,8% en el 2021 al 29,8% en el 2022, y los hogares indigentes crecieron en ese año del 4,2% al 4,9%. Y se nota.

La abrumadora propaganda oficial electoral del gobernador Omar Gutiérrez ha creado un relato trucho, que nada tiene para envidiar al de los “K”. Pero ante esta demagogia electoralista se levanta la denodada lucha del Polo Obrero y otras organizaciones piqueteras que reclaman trabajo genuino bajo convenio y no obtienen respuestas. Este masivo reclamo de años es la expresión visible de que la creación de puestos de trabajo apenas cubre una porción muy menor respecto a los miles de jóvenes que buscan un empleo estable.

La lucha por el reparto de las horas de trabajo, sin afectar el salario, por ejemplo en la industria petrolera, no solo crearía miles de puestos laborales, sino que se haría a costa de las superganancias de las empresas, que la juntan con pala.

Con esta perspectiva que empalma con la lucha de miles de jóvenes, recorre la provincia la dirigente del Partido Obrero, Patricia Jure, candidata a gobernadora por el Frente de Izquierda. Incluso desafía a los candidatos patronales a un debate, pero estos prefieren refugiarse en sus costosas campañas publicitarias antes para que no quede en evidencia un relato que se derrumbaría como un castillo de naipes.

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