Tras el desalojo de una comunidad mapuche en manos de un Comando Unificado de fuerzas represivas federales y provinciales, desarrollada este martes en Villa Mascardi, los voceros del gobierno nacional no ahorraron mención al tema. El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, destacó que su cartera está actuando “delicadamente”, buscando distanciarse de la intervención en el sur del gobierno macrista bajo la gestión de Patricia Bullrich. Palabras fácilmente refutables, al calor de un operativo llevado a cabo con la infantería avanzando a fuerza de gases y balas de goma, y cuyo saldo fue la detención de ocho mujeres, una embarazada, como también de algunos niños que estaban junto a ellas.

 

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El gobierno se jacta de ejecutar este desalojo de manera “cuidada” para intentar diferenciarse de las Patricia Bullrich y el sangriento saldo de represiones anteriores, como los asesinatos de Rafael Nahuel y Santiago Maldonado. Busca embellecer que usan a las fuerzas federales, en acuerdo con el gobierno provincial de Río Negro, para garantizar la disponibilidad de los territorios donde viven los mapuches al usufructo de la especulación inmobiliaria y los negociados capitalistas. De por sí, es una desmentida a la vicepresidenta Cristina Kirchner y su patraña acerca de que los gobiernos peronistas no reprimen.

El peronismo nunca reprimio. El peronismo ahora 👇 #VillaMascardi pic.twitter.com/kPKkbM7195

— Juan Juancito Juancho (@juanjuancito7) October 4, 2022

Repudiamos la represión brutal y desalojo en Villa Mascardi contra comunidades Mapuches. Aníbal Fernández repite lo de Patricia Bullrich, militariza la Patagonia contra los pueblos originarios pic.twitter.com/vfZAmBnwUN

— Gabriel Solano (@Solanopo) October 4, 2022

Por lo pronto, el conflicto está lejos de cerrarse. La disputa por los territorios mapuches (y de los pueblos originarios en general) es un asunto enquistado en la naturaleza del Estado capitalista desde su constitución, que busca expulsar progresivamente a los pobladores nativos de sus tierras para abrirlas a la explotación para el lucro capitalista. La demagogia oficialista se cae por su propio peso cuando se atiende a la política de exterminio sistemático de larga data sobre otras comunidades, como las Qom en Formosa y en Chaco, ejecutada por los gobernadores peronistas Insfrán y Capitanich con el pleno aval de todos los gobiernos peronistas que pasaron por el ejecutivo nacional.