Gatopardo en el Pami
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Ya forma parte del protocolo de asunción de cada nuevo presidente intervenir el Pami y declarar que se terminan el “agujero negro”, los ñoquis y la corrupción y se “abre una nueva etapa” en la obra social de los jubilados.
Este libreto lo inauguró Víctor Alderete; siguió con Cecilia Felgueras y Horacio Rodríguez Larreta, durante la Alianza; prosiguió con Corchuelo Blasco, que “normalizó” el Pami con Pacheco y Surace, quienes ahora fueron sustituidos debido a sus conexiones con Barrionuevo. De esta manera, el ministro de Salud, Ginés González García, por orden de Kirchner, colocó al frente del Pami a González Gaviola, con el mismo fervor con que el año pasado ungió a Corchuelo Blasco y a Pacheco-Surace.
Lo real es que destruir el Pami fue el objetivo oficial del menemismo, la Alianza, el duhaldismo, y lo será del kirchnerismo. De acuerdo a los datos oficiales, en términos reales, entre 1994 y el 2002, el presupuesto del Pami ÿque se financia con un porcentaje de los sueldos y las jubilacionesÿ cayó un 40% por la reducción de los aportes patronales y el congelamiento de los salarios y las jubilaciones. Toda el área de asistencia social fue desmantelada, y la atención médica es deprimente.
Al frente del Pami está ahora González Gaviola, quien en 1994, siendo diputado, le dio los votos de los legisladores de José Bordón que le faltaban a Cavallo para hacer aprobar la jubilación privada. A cambio, pidió que la Afjp Nación garantizara en dólares la rentabilidad de sus afiliados, algo a lo que Cavallo accedió, para después vetar esa norma, lo cual González Gaviola sabía con anticipación.
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, fue quien más insistió en “romper el manejo corrupto del Pami”, un tema que conoce muy bien porque en 1996 creó Provincia Salud, una prepaga del Banco Provincia asociada a fondos de inversión de EE.UU., para meterse en el negocio de la desregulación de las obras sociales. Con la crisis, la privatización de la salud sufrió un duro revés y Provincia Salud se fue al pique.
Los diarios mencionan la posibilidad de que, en acuerdo con Daer, los “directores” vitalicios de la Cgt en el Pami ÿHermoso y Petrecca- renuncien para dar lugar a una “renovación” que consistiría en reemplazar por kirchneristas a los “ñoquis” barrionuevistas y compartirlos con los del duhaldismo. Por supuesto, de restituir el presupuesto del Pami aumentando el aporte patronal, no se habla.
El gatopardismo en el Pami está en plena marcha.