“Roca, limpia, Roca linda…”. Con este slogan, el gobierno municipal del hoy kirchnerista Soria esconde la realidad de superexplotación de alrededor de mil trabajadores precarizados.

Roca está más limpia… porque centenares de compañeras de los planes Jefes barren sus calles durante la madrugada en agotadoras jornadas, percibiendo los 150 pesos del plan y un “premio” de 50 pesos… si no faltan ningún día del mes.

Roca está más limpia… porque decenas de jóvenes trotan toda la noche a la par de los camiones recolectores, levantando la basura por 300 pesos al mes, sin cobertura de accidentes, sin siquiera guantes y calzado adecuado. Nunca mejor empleado el término de contratos “basura”.

Roca está más linda… porque otra legión de precarizados cuida sus paseos públicos, riega sus plazas y espacios verdes, limpia sus baldíos, “contraprestando” por un subsidio miserable.

En Roca el tránsito es ordenado… porque centenares de jóvenes “trabajan” a destajo en el estacionamiento medido, revendiendo a 50 centavos las tarjetas que el Municipio les vende a 30 centavos. Obligados por un contrato que sólo vieron el día que lo firmaron, trabajan 9 horas diarias para obtener (si les toca una buena zona) alrededor de 20 pesos por día.

En Roca, gobernada por un socio de Pichetto, el trabajo precarizado y en negro es moneda corriente, impulsado desde el propio Estado.

El gobierno provincial, inscripto en el radicalismo K, no le va en zaga. Decenas de precarizados prestan servicio en Promoción Familiar, aquí bajo la forma de “pasantías”.

Carneros K también en ATE

El pasado año, desde ATE regional Alto Valle, y en el marco de una campaña provincial contra el trabajo en negro, se comenzó a afiliar al gremio a numerosos trabajadores “precarizados” del Estado, con la intención de darle cobertura gremial a la lucha que éstos desarrollaban por su pase a planta permanente.

Rápidamente, desde una línea interna del gremio, referenciada con el ultra-K “Movimiento Evita”, se interpuso una demanda judicial “para que el gremio deje de afiliar gente que no está en relación directa de dependencia con el Estado”. Fue rápidamente acogida por la Justicia laboral.

Estos “militantes” de la superexplotación se encolumnan hoy con Pichetto, un menemista impulsor a ultranza de cuanta ley flexibilizadora existe.

Pero los trabajadores de los planes, los pasantes, los “contratados”, mal que les pese a estos negreros, se siguen organizando, y más temprano que tarde ajustarán cuentas con los explotadores y sus alcahuetes.

El Partido Obrero plantea la defensa del contrato laboral por tiempo indefinido como la única forma de relación laboral admisible en el plano estatal y plantea:

· Pase a planta permanente de todos los pasantes, contratados y demás modalidades de contratos basura.

· Plan de formación en los lugares de trabajo, bajo control obrero, con una remuneración mínima igual al 70% del costo de la canasta familiar.