Tras dos semanas de intensa movilización, piquetazos y concentraciones, los trabajadores municipales de General Roca dieron un gran paso adelante en la lucha por la defensa de sus salarios y condiciones laborales.

La oferta salarial del intendente Carlos Soria, era de un 5% de aumento, que fue rechazada. Tras varias asambleas, los municipales asistieron a una mesa salarial en donde arrancaron 90 pesos de aumento al básico (hasta entonces de 300 pesos).

Lo más importante de la jornada fue el pase a planta permanente de alrededor de 200 trabajadores. Era un reclamo que llevaba ya varios años; las condiciones en las que trabajaban estos compañeros eran nefastas; con un sueldo de 360 pesos por jornadas laborales de 8 horas (incluidos los fines de semana), condiciones de trabajo insalubres, sin mantener los mínimos recaudos y sin cobertura gremial.

Estos trabajadores, ahora serán encuadrados en el régimen municipal con el salario acorde. Además se arrancó el pago entero de los días de paro.

Los 300 trabajadores que rodearon durante dos semanas el municipio hicieron cambiar de opinión a Soria y al Concejo Deliberante. El intendente trata a los compañeros como esclavos, y maneja la ciudad como un patrón de estancia. Los piquetes organizados afuera de la municipalidad eran cuidadosamente vigilados por la policía y por lo más podrido del aparato punteril del PJ.

La clase obrera rionegrina durante muchos años estuvo silenciada, gracias a las grandes traiciones de la burocracia y sus agentes, pero hoy ha vuelto a demostrar la gran capacidad de lucha que tiene.

Milton y María