Políticas

12/11/2009|1108

Gloria & Omar: el pacto Kirchner-Duclós

Azul ha quedado entrampado en festejos que los gestores del Estado usan para legitimar políticas contra el pueblo. El Festival Cervantino y los actos del Bicentenario son la prueba más elocuente de la alianza del duclosismo con el régimen kirchnerista. En un pacto de ayuda mutua, Gloria Bidegain -referente indiscutible del gobierno nacional- y Omar Duclós desarrollan la ingeniería de una gestión cultural burocrática, de exclusión, control y desprecio por las necesidades reales de los trabajadores y sus organizaciones sociales y barriales.

El pacto Kirchner-Duclós -en otra escala- se consuma igual que los tristemente célebres pactos de la “transición” democrática: La casa está en orden (Alfonsín-Cafiero), Olivos (Menem-Alfonsín), para traicionar los reclamos populares.

Mientras transitamos la semana del III Festival Cervantino, Duclós se rehusa a recibir en su despacho a las organizaciones que llevan sus demandas; auxilia al capital en nombre de los trabajadores: subsidió a Papelera Azul para beneficio de los empresarios que volvieron a estafar a los obreros, consintió el vaciamiento del supermercado Suma y fue cómplice de las maniobras de sus dueños, los Gualdesi. Y todo lo hace en nombre de “la ley”, cuando él mismo es el primer violador al ordenamiento legislativo: permitió que el Supermercado Suma funcionara durante años sin habilitación municipal; implementó un sistema de estacionamiento medido que recluta trabajadores a un régimen de precarización laboral dirigido por un esclavista que los coacciona sin que la violencia sea preocupación de su gobierno; se excusa en el campo de las competencias -nacional y provincial- para ocultar su incapacidad de gestión; augura “ayudas” a las iniciativas populares encargadas de organizar lo que el Estado abandona, con desprecio absoluto de las obligaciones estatales.

Las fiestas cervantinas y del bicentenario que diseñan en nuestro pueblo Bidegain y Duclós son un maquillaje a ese escenario convulsionado.

En estas planificaciones los acompaña el empresariado -el comité directivo de Azul Ciudad Cervantina lo integra el Centro de Empresarios- y ninguna representación obrera, repitiendo una composición consciente, como la del comité de crisis.

La próxima semana el Concejo Deliberante habrá de tratar en sesión ordinaria el destino de los trabajadores de Suma. Activos, precarizados, subocupados, desocupados, nos toca asumir el desafío de la lucha en la unidad, derribando los impedimentos que la burocracia sindical y patronal oponga para cercenar nuestras únicas posibilidades. Al grito de “Todos adentro”, ese día: todos al Concejo.