Políticas

31/10/1996|517

Gloria y loor

La oligarquía opina a través de la bocota de un sanjuanino

Sarmiento en Chile, 1844, un año antes de publicar su Facundo. Aparece un libro sobre la historia de Chile, escrito por el liberal José V. Lastarria, que reivindica el pasado araucano. Sarmiento (en El Progreso, 27/9/1844, extractado de Obras Completas, tomo II, págs. 214-216) replica: “Como si estos hombres salvajes perteneciesen a nuestra historia americana”. A ellos “Chile ha de absorber, destruir, esclavizar, ni más ni menos que lo habrían hecho los españoles. (Estos) hacían simplemente lo que todos los pueblos civilizados hacen con los salvajes: absorbe, destruye, extermina. Puede ser muy injusto exterminar salvajes, pero gracias a esta injusticia, la América está ocupada hoy por la raza caucásica, la más perfecta, la más inteligente, la más bella y la más progresiva de las que pueblan la tierra. Las razas fuertes exterminan a las débiles, los pueblos civilizados suplantan en la posesión de la tierra a los salvajes. No debieran nuestros escritores insistir sobre la crueldad de los españoles para con los salvajes de América, ahora como entonces, nuestros enemigos de raza, de color, de tendencias, de civilización. Quisiéramos apartar de toda cuestión social americana a los salvajes, por quienes sentimos, sin poderlo remediar, una invencible repugnancia… no son más que unos indios asquerosos, a quienes habríamos hecho colgar y mandaríamos colgar ahora, si reapareciesen en una guerra”.


 Como se puede ver, Sarmiento nos explica su concepto de la civilización y de la barbarie. ¡Qué bárbaro!