Políticas

21/6/2017

‘Golpe institucional’ en La Rioja: una crisis con final abierto


En La Rioja, se produjo un “golpe institucional” contra el vicegobernador Néstor Bosetti. La acción fue promovida por el ex gobernador Luis Beder Herrera, con el apoyo de hecho del gobernador Sergio Casas.


 


Ocurrió durante la sesión legislativa del jueves 15. La policía provincial tomó literalmente el edificio de la Legislatura, bloqueando todas las entradas e impidiendo el retiro de legisladores y trabajadores de la Cámara. En ese escenario, los diputados que responden Beder Herrera (24 de los 36) resolvieron, sin que mediara debate, la destitución de todos los funcionarios legislativos que responden a Bosetti, tomando juramento en el mismo momento a funcionarios del riñón bederista; luego, sobre tablas, el bloque oficialista aprobó la modificación del reglamento interno de la legislatura para quitarle el manejo de la caja a Bosetti.


 


El objetivo de la maniobra es forzar la renuncia de Bosetti, quien viene acercándose al gobierno nacional. En las recientes elecciones del 4 de junio a diputados provinciales, Bosetti sacó los pies del plato y presentó su propia lista en la Capital, diferenciada de la que apadrinaba Beder, logrando sólo un 5% de los votos, sin conquistar ninguna banca. Bosetti se retiró de la sesión acompañado por el bloque opositor del Frente Cívico Riojano, que lidera la UCR y se ha negado a presentar su renuncia. Por su parte, el gobernador Casas y el intendente de la capital Paredes Urquiza –quien pertenece a otra ala interna del PJ–, mantuvieron un bajo perfil frente a la crisis.


 


El próximo escenario


 


Dos meses atrás se cumplieron 10 años de la llegada de Beder a la gobernación, cuando desde la vicegobernación organizó la destitución del entonces gobernador Ángel Maza a través de un carpetazo y un juicio político sumario. Antes, en 1991, Beder había asumido interinamente el gobierno también tras una destitución. Ahora, desde fuera del gobierno, sigue siendo presidente del PJ provincial y uno de sus diputados nacionales, con pretensiones hechas públicas de volver en el 2019 a la gobernación. Este episodio constituye una demostración de poder en la provincia.


 


Durante la gobernación de Beder, Bosetti se transformó en una suerte de “Lázaro Báez” riojano: es un empresario de la construcción que recibió todas las licitaciones de obra pública de los últimos 15 años, incluyendo la construcción del “Superdomo” –un faraónico estadio que, dos años después de haber sido inaugurado, nunca se utilizó– y de la construcción de la nueva Casa de Gobierno, licitada cuando Bosetti era ministro de Infraestructura de Beder y será construida por su propia empresa en terrenos que también le pertenecen.


 


Las recientes elecciones a diputados provinciales fueron adelantadas por el gobierno provincial para servirse de ellas como como una suerte de interna del PJ. Precisamente Bosetti, que fue uno de los grandes perdedores de esa elección, en la que agudizó desde la vice gobernación las críticas a Beder y a su bloque legislativo.


 


Todo este episodio es expresión de la enorme crisis y descomposición del PJ y del régimen político riojano.


 


El FIT va usar el escenario de las próximas elecciones para desenmascararlo y enfrentarlos desarrollando una alternativa propia de los trabajadores.