Políticas

22/6/2021

Grabois “cierra la grieta” para la precarización laboral

Se reunió con el senador macrista Naidenoff para buscar el apoyo de sectores de Juntos por el Cambio a un proyecto que busca blanquear el trabajo por fuera de los convenios colectivos.

Hace poco más de una semana, el dirigente de los piqueteros integrados al gobierno Juan Grabois publicó un tweet que generó ciertas tensiones tanto entre el oficialismo como entre la oposición derechista. En él estaba junto a Luis Naidenoff, el senador de Juntos por el Cambio, que es a la vez el presidente del interbloque cambiemita en la Cámara.

Según él mismo relata, la reunión se concertó tras un llamado de Naidenoff. El parlamentario macrista explicó que su intención fue “abrir un diálogo, porque ambos perciben que hay un sistema de país que ya no cierra, y que hay que reconciliarse con el mundo del trabajo”. Esto tras la crítica de Grabois y otros dirigentes del Triunvirato Cayetano a la ampliación de la Tarjeta Alimentar por parte del gobierno.

Los dirigentes piqueteros del Triunvirato Cayetano adoptaron esta pose de críticos, sobre todo, por una puja detrás de la asignación y el manejo de los fondos del ministerio de Desarrollo a la ampliación del alcance de la tarjeta. Pero esta reunión plantea nuevos elementos y posibilidades.

Grabois, que es ya un hombre de Estado, coquetea con un reacomodamiento -incluso por derecha- ante las perspectivas de un posible retroceso de la coalición de gobierno. En medio de la creciente crisis política, algunas encuestas arrojan incluso que hay posibilidades de que el oficialismo pierda las elecciones en la provincia de Buenos Aires, que es donde tiene su bastión electoral. Sobre todo, lo que busca es respaldo político para impulsar el “Plan de Desarrollo Humano Integral”, un proyecto elaborado y presentado por sectores de la burocracia sindical y piquetera que van desde el Smata hasta la propia Utep. En principio, Naidenoff le habría dado el visto bueno, hay versiones que aseguran que Ritondo también y lo propio María Migliore, la ministra de Hábitat y Desarrollo Humano porteña. Por esto mismo es que Grabois elogió a su turno al gobierno de Larreta, haciendo hincapié en la “ley de economía popular”, que es muy similar al mencionado.

Este proyecto de las burocracias, que comienza reivindicando la Ley de Emergencia Social también elaborada por los integrantes del Triunvirato y aprobada en 2016, tiene como objetivo “crear 4 millones de puestos de trabajo en la economía popular y 170 mil empleos registrados y regulados por convenio colectivo”. Es en los hechos un avance descomunal de la precarización laboral, que formaliza el trabajo fuera de convenio a gusto de las patronales -y en el sentido de la reforma laboral-, a la par que ejerce presiones sobre el salario registrado. Algo que ya el gobierno nacional hace, por ejemplo, con el programa Potenciar Trabajo. Pero sucede con el proyecto que detrás de estos “4 millones de puestos de trabajo de la economía popular” serán las propias organizaciones quienes dispongan a los trabajadores precarizados nucleados en sus cooperativas. Es lo que explica que Grabois intente reunir el apoyo de los mismos que criticó por ser responsables políticos de la pérdida de miles de puestos de empleo, justamente, para discutir “el acceso a la tierra, el techo y el trabajo”. Es una impostura que esconde sus intereses punteriles.

“Tampoco estamos tan enamorados del Frente de Todos”, dijo incluso. Y siguió: “ahora no hay ninguna perspectiva estratégica de un proyecto de país que enamore; no hay consenso”. Este pretendido desencanto con el gobierno al que los Grabois se han integrado se corresponde, claro, a estas fricciones. Y luego de haberse encolumnado como pata de contención del Frente de Todos entre los desocupados, ahora también paga el precio del inmovilismo del Triunvirato Cayetano ante la profundización del derrumbe social, que se verifica en una pobreza por encima del 42%, salarios y jubilaciones mínimas de indigencia y la licuación permanente del poder adquisitivo, algo que incluso este mismo proyecto viene a blanquear.

Las organizaciones piqueteras que se pasaron al campo del Estado ahora quedaron expuestas en su papel al tiempo en que se profundiza la crisis, lo que genera una erosión cada vez mayor en sus bases, que rompen con toda su perspectiva de integración para pasarse al campo de la lucha y de la independencia de clase. Así se verifica en las cada vez más enormes jornadas de lucha del movimiento piquetero independiente, con el Frente de Lucha Piquetero y el Polo Obrero a la cabeza.

Es exactamente este el rumbo frente a estos impostores que hablan en nombre de los desocupados pero siguen una política de perpetuación de la miseria. Por trabajo genuino con salarios acordes a la canasta básica familiar, la defensa de los convenios colectivos y las conquistas laborales, el camino es la organización independiente de los gobiernos y las burocracias sindicales y piqueteras.