Políticas

24/4/2023|1667

Grabois se hace el malo, pero también el “boludo”

El cruce con el ministro Sergio Massa intenta exculpar al kirchnerismo del ajuste fondomonetarista.

Juan Grabois.

El dirigente del MTE Juan Grabois protagonizó una polémica con el ministro de Economía Sergio Massa, a quien acusó de no enviar los fondos para alimentos, herramientas y cooperativas de Desarrollo Social por un supuesto encono personal con él. Estas declaraciones, de mínima, constituyen un intento de exculpación del gobierno y el kirchnerismo por la aplicación del ajuste del FMI y los recortes en el gasto social y público.

“Una ministra de este gobierno me dijo que un ministro de este gobierno no manda las partidas de alimentación, cooperativas y urbanización de barrios porque no le gusta lo que yo le digo en televisión”, señaló Grabois en referencia a supuestos dichos de Victoria Tolosa Paz.

Grabois viene “envalentonándose” en su discurso manifestando que no bajaría su precandidatura a presidente dentro de la interna del Frente de Todos ni “si va (Sergio) Massa de candidato a presidente, (Eduardo) Wado de Pedro de vicepresidente y me llama Cristina Kirchner y me dice ‘baja la lista y te damos toda la lista de diputado y senadores’. Le digo ‘Cristina, ni en pedo vamos a votar a este sin vergüenza, vendepatria y cagador”.

Esta proposición de las cosas hace de cuenta como si el gobierno fuera una lucha de tendencias entre quienes apoyan al ministro del FMI y quienes no. Pero el kirchnerismo es una de las fuerzas políticas que sustenta a Sergio Massa al frente de la cartera de Economía y como garante del cumplimiento del acuerdo con el Fondo, por lo que los dichos de Grabois no pasan de una operación que buscan confundir a una porción de la población.

Quien “puso en su lugar” al propio Grabois es la ministra ajustadora Tolosa Paz, quien señaló que “él (Grabois) es parte del Frente de Todos, tiene legisladores y tiene una secretaria de Estado”, por lo que no valen las declaraciones en tono oposicionista de alguien que integra el gobierno actual.

Cuando Grabois afirma que “no hay forma de que nos volvamos a comer un (Daniel) Scioli o un Alberto (Fernández)”, omite que lo que él propone es justamente un mecanismo para terminar votando a un referente de esta tesitura, ya que el planteo no es romper con el gobierno del ajuste sino presentarse a una interna con una candidatura perdidosa, para evitar el efluente de votantes del kirchnerismo a la izquierda y/o a otras fuerzas políticas.

Al referirse a que “nadie me va a decir a mí que yo no la banqué a Cristina en los peores momentos”, Grabois reconoce que sustenta al kirchnerismo en su política fondomonetarista y ajustadora. Lo de la candidatura propia carece de interés, porque no implica una ruptura con esta orientación de gobierno sino un pretendido rescate a la fuerza que la impulsa.

“Hasta que no aparezca alguien que diga que vamos a cancelar el acuerdo con el FMI, que diga que le vamos a dar un terreno a cada familia que no tiene vivienda, yo soy candidato”, manifestó Grabois, para luego señalar que lo “más razonable” es que haya internas en la fórmula presidencial del Frente de Todos, pero unidad en Diputados y Senadores, y lo mismo en la provincia de Buenos Aires bajo el mando de Axel Kicillof. Aunque internas, también, en los municipios. Una fórmula inexplicable.

El ajuste del gobierno no está dictado por “personalismos”, como expresa Grabois de forma interesada, sino por una orientación social patronal y confiscadora respaldada por el conjunto de la dirigencia del Frente de Todos.

Si Grabois quiere enfrentar al FMI y desenvolver los reclamos por tierra, trabajo y vivienda debe comenzar por dar un paso de honestidad y romper con el gobierno, sumándose a la lucha que ya existe por estos reclamos, encarnada actualmente en el plan de acción de la Unidad Piquetera.

Por otra parte, si su candidatura depende de la existencia de una fuerza política que exprese la lucha contra el FMI y por las reivindicaciones obreras y populares puede ir dándola de baja, porque esa candidatura ya existe encarnada en el programa del Frente de Izquierda Unidad y del Partido Obrero.