Políticas

5/9/2022

Grabois se queda con el gobierno

¿Acaso no había suficientes razones para romper?

Frente Patria Grande.

El Frente Patria Grande, espacio político referenciado en el dirigente del MTE Juan Grabois, acaba de resolver su continuidad en el bloque de Diputados del Frente de Todos, luego de que el propio Grabois adelantara su salida como consecuencia del desplante oficial a las medidas de contención reclamadas por el kirchnerismo y afines. Grabois y compañía cambiaron de parecer tras el atentado contra la vicepresidenta, pero lo que no cambió es el ajuste del Frente de Todos y las razones que motivaron el amague del “oficialismo progresista”.

El debate tuvo lugar en un congreso de delegados convocado este fin de semana, del cual participaron referentes, diputados/as y militantes del Frente Patria Grande, y el cual centró sus deliberaciones en el respaldo a Cristina Kirchner ante el intento de magnicidio.

En el comunicado que difundieron se caracteriza un “cambio cualitativo en la situación política nacional tras el intento de asesinato a Cristina Fernández de Kirchner”. Sin embargo, la convocatoria a deliberar respecto a la salida del bloque del Frente de Todos tenía por eje principal el disgusto con el ajuste que desenvuelve el gobierno y el avance en la agenda del FMI por parte del ministro de Economía Sergio Massa. Nada de esto cambió.

¿Hay razones para quedarse?

El atentado contra Cristina Kirchner es un hecho que debe ser repudiado en sí, sin otros miramientos, pero que de por sí no explica la subordinación a una política que cada día se expresa más ofensiva contra los trabajadores.

Salario mínimo de indigencia ($57.900 en noviembre); lo mismo para las jubilaciones; cierre del ingreso de programas sociales; caída real del salario; trabajadores registrados bajo el nivel de pobreza; paritaria 20 puntos por debajo de la proyección anual de inflación; recortes en el presupuesto de salud, educación y vivienda; retracción económica, etc. Son algunas de las consecuencias de esta política.

El reforzamiento del ajuste del FMI y el gobierno, incluso, viene siendo acompañado con un ataque contra los sectores que se manifiestan y rechazan estas políticas y sus consecuencias. Una campaña fascistizante que sirve a estigmatizar a los trabajadores desocupados y grupos piqueteros, y que hunde sus raíces en los sectores más derechistas y en el propio Estado.

La defensa de las libertades democráticas no puede surgir de la subordinación al espacio político que atropella y amenaza las condiciones de vida de la población trabajadora.

El atentado contra Cristina suspendió la salida del Frente Patria Grande del bloque del frente de Todos, pero no interrumpió la agenda del gobierno y el viaje de Sergio Massa a los Estados Unidos, para congraciarse con el FMI, ni el posterior encuentro para ofrecerle garantías al Club de París. Estaríamos ante un “pacto de no agresión” unilateral, frente a un enemigo que avanza con toda la artillería.

¿Paz social con ajuste?

El mismo comunicado difundido informa que se habría abierto “una vía de resolución para la sanción de una importante medida de carácter distributivo destinada a los sectores sociales más vulnerados, nuestra principal demanda al gobierno nacional”. De dicha mención no hay ninguna información fidedigna, ni si se trata de una versión aún más acotada que el Salario Básico Universal que enarbola este sector: parece humo.

Se trata de una enunciación condicional, del mismo tenor de los “compromisos” que el propio Juan Grabois denunció que no le cumplieron en el pasado.

La resolución de las y los delegados del Frente Patria Grande da la idea de cerrar filas en favor de un gobierno que es atacado, pero el gobierno se encuentra a la ofensiva. La actitud conciliatoria de Grabois y compañía no es correspondida por el Frente de Todos. El Frente Patria Grande ha pasado del amague a la ruptura a la integración de un acuerdo de “paz social”, cuando se acelera el ajuste contra los explotados.

La única forma de derrotar las expresiones fascistizantes y abrir curso a las reivindicaciones obreras y populares es fortalecer la organización y lucha independiente de trabajadores ocupados y desocupados y de todos los explotados. Cualquier otro camino conduce, tarde o temprano, a la agenda del FMI.