Grave: el ministro Trotta acuerda la ESI con la Iglesia

La juventud protagonista de la marea verde puso sobre la mesa el reclamo por la plena implementación de la educación sexual integral

El día lunes se realizó un gigantesco paro y movilización docente en Tucumán, en reclamo por la restitución de la cláusula gatillo, congregando a más de 10 mil trabajadores en Plaza Independencia. Llegaron de todos los puntos de la provincia, sorteando los bloqueos policiales del gobernador Juan Manzur que quiso impedir que docentes de distintas localidades llegaran al centro.


Esta enorme acción de lucha se dio en consonancia con la visita a la provincia del ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, quien está realizando un rally de visitas oficiales en los “inicios” de clases de las provincias. Entre elogios a la gestión del lobbista clerical Manzur, declaró que se encuentran trabajando en la efectiva implementación de una “nueva Educación Sexual Integral que suma la visión de las iglesias”. Afirmó, además, que los objetivos principales son prevenir el embarazo adolescente y la detección de casos de abuso. En consonancia con el discurso de Alberto Fernández en la apertura de sesiones, la alianza con el Vaticano y las iglesias se vuelve a manifestar, e hipócritamente, en la cuna de los torturadores de Lucía (la niña de 11 años que fue violada y a quien le negaron el acceso al aborto no punible).


Sin embargo, el planteo no es nuevo. Ya en 2006, cuando se promulgó la ley, el kirchnerismo había negociado la posibilidad de que cada institución adapte el contenido según su ideario. Ahora se daría un paso más allá ya que los contenidos emanados del propio Ministerio de Educación “sumarían” la “visión de las iglesias”. Es en las provincias, como Tucumán, donde esto se manifestó de manera más cruda, con miles de denuncias por parte de estudiantes y docentes ante enseñanzas persecutorias, discriminadoras y totalmente contrarias al espíritu de la ESI, pregonando el desprecio a la homosexualidad y la mujer, militando la violencia y autoritarismo en la familia y la condena a la vida sexual en libertad y goce. Es justamente el lobby clerical el que impide el dictado de estos contenidos, empantanando el contenido de prejuicios religiosos y contenidos no científicos.


La juventud protagonista de la marea verde puso sobre la mesa el reclamo por la plena implementación de la ESI, lucha que deberá fortalecerse y tiene que ir de la mano con el reclamo por la inmediata separación de las iglesias del Estado, para conquistar los derechos de mujeres y disidencias.