Políticas

5/10/2018

Grave: patota baleó a testigo de un crimen de la burocracia petrolera

[VIDEO] Ocurrió en Caleta Olivia. Días atrás, el Tribunal Superior de Justicia había anulado la condena a los asesinos del obrero de la construcción Reynaldo Vargas.

El martes 2, pasadas las 19, un grupo de hombres armados identificados con la actual conducción del Sindicato Petrolero que dirige Claudio Vidal, atacaron en el denominado Barrio Petrolero a ex operarios despedidos. Como resultado del ataque, Ariel Peredo y su hermano están internados en estado reservado en el Hospital de Caleta Olivia con heridas de balas de plomo en sus piernas. Los videos con las imágenes de ese terrible momento recorrieron las redes sociales y llegaron a los medios nacionales, mostrando la impunidad de los atacantes, que dispararon en pleno día, en un barrio donde circulaban como de costumbre hombres, mujeres y niños.


Esta situación se da luego que el pasado 26 de septiembre el portal de noticias OPI publicara los detalles de la causa que investigó el crimen del obrero de la construcción Reynaldo Vargas y las heridas causadas a Bonifacio Barrera. La Cámara Penal de Caleta Olivia condenó a varios de los autores materiales de ese crimen y habilitó la continuidad de la investigación para hallar a los autores intelectuales. El trabajador petrolero Ariel Peredo fue un testigo importante en ese juicio. Vargas y sus compañeros participaban de una marcha de la UOCRA a la sede del sindicato petrolero en Caleta Olivia. Protestaban por el despido de los trabajadores que edificaban la nueva sede del sindicato petrolero en Pico Truncado. Una patota que se resguardaba en el interior del edificio los atacó a tiros. Utilizaron al menos diez armas de fuego, incluida una pistola 9mm policial. La orden de atacar había sido dada desde Buenos Aires por Vidal –“hay que defender la casa, métanle bala”, fue el mensaje que envió, según consta en el expediente judicial.


El Tribunal Superior de Justicia, sin embargo, pese a tener los elementos probatorios a su disposición, absolvió a los cuatro condenados y clausuró la posibilidad de que el fiscal pudiera continuar la investigación en búsqueda de los autores intelectuales del crimen, lo que podría llegar hasta el propio Vidal. El burócrata del gremio petrolero es mano derecha del vicegobernador de la provincia, Pablo González, precandidato a gobernador por el Frente para la Victoria.


Pasadas 48 horas de la balacera, el sindicato salió a “despegarse” del hecho, argumentando que serían cuestiones “personales” de los involucrados. Por su parte, los medios acólitos al kirchnerismo silenciaron el tema como si nada hubiera pasado.


El Juzgado de Instrucción Pernal N° 2, que investiga el atentado a Peredo, todavía no ordenó la detención de quienes claramente aparecen en los videos haciendo los disparos. Por su parte, la Policía de Santa Cruz “guardó” información importante de los hechos y habría rechazado las medidas de pruebas solicitadas por el Fiscal de turno.


Ariel Peredo, víctima del cobarde ataque, señaló que tras testificar en el juicio por la muerte de Reynaldo Vargas, en el año 2015, Claudio Vidal lo echó del gremio y hoy es un desocupado del sector. Peredo desde un principio hizo responsable de su seguridad al dirigente petrolero, advirtiendo que su vida corría peligro, atento a la impunidad con la cual los integrantes del Sindicato Petroleros de Santa Cruz portan y manejan armas, amenazan, intimidan y también –como le sucedió ayer a él– disparan a quienes contradicen sus órdenes o se transforman en sus enemigos (Agencia OPI Santa Cruz).


La impunidad que coronó el Tribunal Superior de Justicia puso en vilo y en peligro de vida nuevamente a estos trabajadores y a la población de Caleta Olivia.


Hay que terminar con las patotas en los sindicatos.