El intendente de Lanús, y candidato a gobernador por Juntos Por el Cambio, Néstor Grindetti, se pasea por los medios de campaña electoral “denunciando” que muchos trabajadores son pobres, pero no dice que los trabajadores municipales de Lanús están entre los más empobrecidos, por la responsabilidad directa del propio Grindetti.

Para ir a números concretos, un trabajador que ingresa hoy al municipio en planta permanente cobra menos de 40 mil pesos, un cuarto de la canasta de pobreza, que supera los $150 mil mientras que la línea de indigencia está en $67 mil, según el Indec.

¿Cómo hizo Grindetti para lograr este nivel de indigencia en los salarios municipales?

En 2022 se concretó un “aumento” salarial del 69%, cuando la inflación del período fue del 94,8%.

Ahora, en plena campaña electoral, los dos sindicatos mayoritarios, el Sindicato de Trabajadores Municipales de Lanús (Stml) y el Sindicato de Empleados Municipales de Lanús (Semla), firmaron un 35% de aumento para el primer semestre del 2023, sin lucha alguna, en línea con la pauta salarial de Massa, lo que se enfila a otra rebaja salarial para este año. De los 25 puntos perdidos en 2022 no hablan, ya dieron vuelta la página.

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El asunto es que tanto Pedelhez (Stml) como Chazarreta (Semla), quienes dirigen los dos gremios municipales, no quieren denunciar una pauta salarial que quiere imponer el gobierno peronista a nivel nacional siguiendo las órdenes del FMI, y están más preocupados en largar la campaña electoral de Kicillof y de los candidatos del Frente de Todos en Lanús que en defender los salarios municipales.

Son los políticos capitalistas los que hunden el salario

Sin embargo, hay que decir que la miseria salarial de los municipales de Lanús no es solo obra de Grindetti, sino también de los gobiernos del peronismo que históricamente los mantuvieron por debajo de la línea de pobreza. El cuadro provincial, e incluso nacional, de los salarios municipales es de pobreza; también por ejemplo en los distritos de Avellaneda con Ferraresi y de Lomas de Zamora con Insaurralde.

La subordinación de los gremios a los gobiernos de turno, sean nacionales, provinciales o municipales, es un factor que explica la caída fuerte del salario; otro es la política de ajuste fondomonetarista que aplican los Fernández, Massa, Kicillof, y Grindetti.

El Partido Obrero y el Frente de Izquierda plantean que ningún salario debe estar debajo de la canasta familiar.

Fuera todos estos políticos capitalistas que hunden a los trabajadores en el hambre, la miseria y la desocupación.

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