Este martes 2 de agosto se realizó en el departamento de Guaymallén (Mendoza) un acto con más de 2.000 personas en el marco de la campaña nacional del Partido Obrero por construir un nuevo movimiento popular con banderas socialistas. Esto significa apuntalarse como la superación histórica de los partidos patronales y tiene la intención de darle rienda a una dirección política de la mano de la clase obrera.

El acto se realizó en las puertas del municipio de Guaymallén, que es dirigido por Cambia Mendoza y que es uno de los lugares donde el papel de ajuste del gobierno provincial y su connivencia con las políticas de ajuste de Alberto Fernández a nivel nacional es más claro.

Víctor da Vila intervino ante los más de dos mil militantes diciendo que “nuestro pueblo atraviesa momentos difíciles y es por eso que estamos construyendo un nuevo movimiento popular para dar una salida que sirva para satisfacer las necesidades populares, para reactivar la industria, para generar trabajo genuino (…) eso es algo que no van a hacer los gobiernos que están de rodillas ante el FMI, que colocan a un superministro, que es Massa, que va a ser garante de toda la política de ajuste”

La actividad se da en el marco de la grave situación social del momento y en donde el intendente Marcelino Iglesias es señalado como uno de los mayores aplicadores del ajuste y la persecución, siendo que tiene salarios de miserias para los trabajadores municipales y ha despedido a dos compañeros delegados de Sitea en el marco de una clara persecución laboral, uno de ellos ya reincorporado después de un arduo proceso de lucha.

Acto en Guaymallén por una salida de los trabajadores
Estamos construyendo un nuevo movimiento popular. Requerimos medidas de fondo: terminar con el saqueo del capital financiero, la nacionalización del comercio exterior y la banca, para proteger el ahorro y reabrir las fábricas pic.twitter.com/gWnTLCOnOu

— Víctor da Vila (@VictordaVilaPO) August 2, 2022

Además, es un municipio permanentemente señalado por sus negociados recurrentes con la obra pública, que generan ganancias millonarias con empresas amigas, y por la tercerización del servicio municipal de limpieza de manos de la empresa Santa Elena que se queda día a día con mayor parte del presupuesto.

Estos negocios contrastan con el grave déficit habitacional del departamento que tiene por insignia ser el más poblado de la provincia, y con los salarios por debajo de la línea de la indigencia que perciben muchos de sus trabajadores municipales y la falta de acceso digno a los servicios públicos. También a las necesidades de las decenas de comedores populares que pueblan los barrios.

Martín Rodríguez, delegado de Sitea en el municipio y que fue despedido en el marco de una persecución laboral, manifestó que “ya no son solo los piqueteros movilizados para lograr avanzar en sus reclamos, ahora son los piqueteros, los estatales y los docentes y eso le da terror al gobierno porque han sido los gestores del ajuste todos estos años y temen que se organice una fuerza política independiente, esto es lo que teme Suárez, es lo que teme Marcelino”

El acto se coloca como una clara señal de oposición a las políticas de Iglesias y Cambia Mendoza y también a las política de inacción y acompañamiento del peronismo que, en los gremios y en la oposición política, hacen la vista gorda manteniendo la plena maniobrabilidad de ajuste de Cambia Mendoza.

Raquel Blas, histórica dirigente gremial, habló defendiendo la necesidad de unir a los trabajadores en la defensa de los salarios y a no dejarnos pasar por arriba. “Compañeros y compañeras quiero que hagamos un compromiso, tenemos que pelear por un nuevo gobierno, si ustedes toman el programa del FIT se van a encontrar con todos los puntos que hay que llevar adelante para que realmente seamos dueños de nuestro destino”, señaló.

Federico Telera, trabajador de la construcción y quién fuera entonces el concejal que denunció los entramados de Luis Lobos, intervino diciendo que respecto a Guaymallén “vemos un municipio que tiene obras eternas, que hace grandes negocios con la tierra, que no pone un solo peso para construir viviendas populares, se sigue beneficiando a las empresas, se pagan salarios de miseria y eso no lo podemos permitir, por eso hacemos un acto y porque tenemos un programa, convencidos de que tenemos que salir a desarrollar un gran movimiento popular”.

Nadia Ortiz, dirigente del Plenario de Trabajadoras, habló en el marco de la situación de las mujeres, diciendo que “lo único que quieren hacer es que nos dobleguemos ante el ajuste y el FMI. Nosotras tenemos que salir a rechazarlo, a todos los barrios, con asambleas abiertas, organizarnos, para reclamar las reivindicaciones más inmediatas como la asistencia a las mujeres que son víctimas de violencia, el acceso a la salud, a la educación, a trabajo, vivienda”.

Con la intención de impulsar un nuevo movimiento popular, Mendoza es parte de un gran programa de agitación y propaganda de la necesidad de una perspectiva propia de los trabajadores y trabajadoras.

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