– Después del parazo del martes 10, ¿cómo sigue la lucha por la inscripción del sindicato del Subte?

Taborda: Si se hace lo que tienen decidido las bases y un sector importante del cuerpo de delegados, creo que la semana que viene vamos a un paro de 48 horas. Si bien hay una reunión en el ministerio de Trabajo el lunes, nosotros creemos que no va a salir absolutamente nada. O sea que va a haber una profundización del plan de lucha. Se ha abierto camino la postura del PO y de nuestra agrupación, porque hace mucho tiempo los compañeros vienen reclamando que se vote un plan de lucha. Se está produciendo la superación en los hechos de una línea de adaptación al gobierno que promueve la CTA, que planteó que el conflicto de Kraft era “salvaje”, que no teníamos que caer en eso. Pero hemos hecho una huelga histórica, la salvajada es que el gobierno kirchnerista no nos da la inscripción luego de 14 meses. El paquete que aparece en los diarios como “concesión” de Kirchner no es motivo de debate en las líneas, el descuento, la no represión o el no despido. Resulta que en vez de legalizarnos nos ofrecen no ilegalizarnos. Eso lo garantizamos con la unidad de los trabajadores desde hace mucho tiempo, ahora queremos la inscripción para luchar por la personería, el salario y el convenio.

– En muchos gremios emergió una camada nueva de activistas, ¿qué pasa en el Subte?

Matías: Se suman los compañeros más jóvenes a la huelga con la experiencia de aquellos compañeros que conquistaron el Cuerpo de Delegados y las 6 horas. Y esto no solamente se demuestra en el interior del subterráneo sino en general, en el sentido de que el apoyo popular que estamos recibiendo por parte de organizaciones, por parte de los pasajeros y en las encuestas que lanza la burguesía. Es muy impresionante el apoyo que tiene esta lucha que identifica claramente la posición de organización de los trabajadores por su propia emancipación y por sus conquistas y que coloca en la vereda de enfrente no sólo a la patronal y al Estado, sino también a aquellos burócratas que han sido los garantes de los topes salariales, de la flexibilidad laboral.

– ¿Cuál es tu balance del paro de la semana pasada y cómo sigue la lucha por el reconocimiento del sindicato?

David: Especialmente este de 24 horas ha tenido mucha más repercusión e incluso ha habido un giro en la opinión pública hacia el trabajador del Subte. Muchos trabajadores se sienten identificados con nuestra lucha y han salido algunas figuras políticas importantes a decir que corresponde darnos la personería. El paro en mi lugar de trabajo ha sido de características históricas, es la primera vez donde se concentra en la cabecera la mayor cantidad de compañeros. Ronda las 400 personas, cerca del 80 por ciento del plantel de trabajadores que adhiere a la medida. No intervino la UTA, la policía trató de impedir el acceso de compañeros que se solidarizaban con los pedidos, pero no pudo. El paro ha sido contundente, no se ha movido ningún tren y la empresa no pudo garantizar un servicio mínimo.

– ¿Cómo vivieron los trabajadores del subte la lucha de Kraft?

Taborda: La lucha de Kraft fue seguida muy atentamente, había una solidaridad. La experiencia es la misma que la del subterráneo. Creo que desde muy abajo se está abriendo una organización de los trabajadores que quiere sacarse de encima a esta burocracia. A la burocracia se le viene la noche: firma a espalda de los trabajadores acuerdos salariales y condiciones de trabajo a la baja. El escándalo de los medicamentos también indigna muchísimo. Creo que lo que nace en los sindicatos es una línea de recuperación de nuestras organizaciones, para ellos formamos agrupaciones que organicen esa lucha por la expulsión de la burocracia, es lo que une con Kraft. Y la metodología de la democracia obrera, asambleas, ni más ni menos lo que dicen los trabajadores.

Matías: Se sintió una identificación muy fuerte, la lucha de Kraft colocó en debate sobre cómo debe en adelante moverse el movimiento obrero sobre una posición de independencia. Hay una ligazón muy importante, identificándose constantemente con su propia lucha, ya habiendo roto esos lazos, es decir del “subte, subte, subte, huevo, huevo, huevo” y quedar solo en el subte, pasan a ver cómo una perspectiva más general se empieza a desarrollar.

– ¿Por qué desde ATM (Agrupación de Trabajadores de Metrovías) se dice que el sindicato del subte es el sindicato genuino y no el paralelo?

Matías: Porque la UTA políticamente ha desaparecido, lo único que se sostiene es la patronal con la liberación de la patota, el financiamiento y las prebendas que generan a una cantidad de lúmpenes que recluta en todos los sectores de trabajo sobre la base de favores. Pero políticamente ha desaparecido, es una patota que empieza a desgranarse sobre la base de que frente de ella, del lado de los trabajadores, hay un apoyo descomunal. Atrás del sindicato están reflejados todos los años de lucha y todas las reivindicaciones pendientes. Los compañeros defienden a muerte sus asambleas y saben que los únicos que los defienden son aquellos que están construyendo su nuevo sindicato.