Para los trabajadores de Merlo subir al Sarmiento o cruzar de un lado a otro de la ciudad es exponerse a todas las desidias estatales a la vez. En horas pico la circulación colapsa y para aquellos que tienen la mala suerte de encontrarse cruzando durante la llega de un tren, significa pasar varios minutos atorados, apretujados en la zona próxima a la escalera, con riesgo de asfixia. Con la poca frecuencia que tienen los colectivos, son muchos que se arriesgan a intentar cruzar para llegar temprano a su casa luego de una jornada extenuante.

Pero el problema no radica solo en los apretujones: la zona es un espacio liberado, la policía federal y la gendarmería (estas dos fuerzas se han alternado el cuidado de la ‘seguridad’ del túnel) miran impasibles no sólo como la gente se amontona, sino que promueven la vía libre a carteristas y abusadores, estos últimos aprovechan para tocar a las mujeres que circulan por el lugar. La municipalidad, por su parte, también mira hacia otro lado: Menéndez llenó de cámaras el túnel pero solo han servido para acosar a los trabajadores ambulantes en un municipio en el cual la tasa de desempleo no deja de crecer.

Frente a esta situación, desde nuestra banca en el Concejo Deliberante, Flavia Tesone presentó un pedido de informes sobre el avance de la construcción del puente peatonal que debería aliviar la congestión del túnel. La obra se encuentra desde hace años paralizada, el dinero público se ha gastado en un tramo de escaleras y pasarela que no lleva a ningún lado: tres intendentes han estado al frente del gobierno local, Othacéhe y los hermanos Gustavo y Karina Menéndez, y los tres se han mostrado incapaces para terminar de construir un cruce peatonal y articular con el ferrocarril para que haya un nuevo punto de acceso a la Estación de trenes.

Desde el Partido Obrero exigimos la finalización de obras y el fin de las zonas liberadas.