La decisión de Ubaldini de candidatearse a gobernador acompañado de un capitalista salido del riñón de Barrionuevo, y para colmo aliado a Herminio Iglesias, que se presenta como candidato a intendente de Avellaneda, muestra la completa pudrición política de Ubaldini y del ubaldinismo. El “Tata” ha formado nada menos que un frente derechista —derechista incluso con relación a Duhalde. Barrionuevo y su cohorte no son precisamente abanderados de las “tres banderas” del justicialismo, sino los fundadores del menemismo y los hombres del gobierno de Bunge y Born. Son los representantes de los “capitanes de la industria” y de los usureros internacionales. En el plano del movimiento obrero representan el gangsterismo sindical. En estas elecciones “fúnebres”, fúnebres porque todos los partidos y candidatos cargan su respectivo ataúd político, Ubaldini ha elegido uno de la madera de peor calidad.

Naturalmente que el lector puede preguntarse si esta candidatura no mina las posibilidades de Duhalde, y si en esta medida no está en contradicción con el conjunto de los intereses de la burguesía. De ninguna manera. Ubaldini se presenta para capturar los votos que de otro modo irían a candidatos enfrentados a Duhalde o al peronismo, incluso los votos por los cuales está luchando el PO. Pero además Ubaldini ha tomado el cuidado de candidatearse también para diputado, con la evidente intención de propiciar un corte de boletas en favor de la candidatura de Duhalde para gobernador. Todos los esfuerzos del “aceitado” aparato de Herminio y de Barrionuevo van a ir en esta dirección. Ubaldini simplemente ha salido al ruedo para permitir la victoria del candidato de Menem y para mantener a una porción del electorado dentro del peronismo en decadencia.