Políticas

19/7/2001|714

Hombres y mujeres sin rostro

Pensando un poco en lo que ocurre, tal vez no tan poco, compruebo con felicidad que no todo está podrido, mucho menos perdido.


Un gendarme creyendo burlarse me dijo: “… me tenés que firmar un autógrafo, sos famoso, en todo el país piden tu libertad…”. Empecé a imaginar a los compañeros que se manifestaban por mí. Trataba de asignarles rostros y siempre me quedaban algunos vacíos porque pretender individualizar uno por uno es imposible.


Entonces me pregunté: ¿Por qué piden por mí? La mayoría ni me conoce, así como no conozco a Emilio Alí, ni a Quiroga, ni a Castells, a algunos por fotos. También piden, pedimos todos, por los miles de luchadores procesados y perseguidos. La única respuesta que encuentro es que los luchadores, los piqueteros, no nos representamos como individuos aislados. Los luchadores, los piqueteros no quieren mostrar sus rostros ni sus nombres. Sólo muestran la injusticia, la explotación, la miseria y luchan para que se acaben.


Sólo somos parte de esa gran masa anónima sin rostros, o con miles de rostros que se funden en uno solo, y que se presenta a nuestros ojos con toda su dimensión, como el verdadero rostro de la humanidad, y particularmente en el verdadero rostro de la clase obrera. En el verdadero rostro de los millones de oprimidos, que se niegan, como en Mosconi-Tartagal, en Neuquén, Buenos Aires o cualquier parte, a vivir como hoy se vive.


Es imposible encerrar a millones. Toman unos cuantos para escarmentar a los que se animan a levantar el grito de protesta. Hay que ver quiénes son los verdaderos presos. Son ellos. Son los que nos encierran. Están presos de pánico. Están presos de sus propias políticas hambreadoras. Están presos en su propio régimen de represión y mentiras. No tienen salidas, y los miles de millones de oprimidos empiezan a reconocer esta realidad.


No se puede encerrar a la esperanza. No se puede y no podrán nunca, encerrar el sueño de una sociedad sin opresión. Nosotros somos más, vamos a ir por más, como clase. Entre los millones de hombres y mujeres sin rostros ni nombres, saldrán los piqueteros, los luchadores para levantar el grito de protesta y señalar el camino.


Un abrazo a todos y hasta cada lucha.


José Barraza


DNI 16.167.099